¿Qué es el Internet de las cosas y cómo funciona?

cell
Yo probé el VDSL

El Internet de las cosas, del inglés "Internet of things", es un concepto referente a la interconexión digital de objetos cotidianos con internet. Pero, ¿de dónde surge? ¿qué supondrá esto en el presente y nuestro futuro?

 

Hagamos un poco de memoria; la Revolución Industrial que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino Unido fue el proceso que vio el paso desde una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada. Durante este periodo se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico. Marcando un punto de inflexión, modificando e influenciando todos los aspectos de la vida cotidiana de una u otra manera. Pues bien, la revolución informática actual está ahora en el punto donde estaba la revolución industrial en la década de 1830, es decir, estamos ante el inicio de una serie de cambios de tal calibre que implicarán una nueva etapa en el desarrollo humano.

 

IoE Parallax.jpg

 

Pensemos cómo era nuestra vida hace únicamente 15 ó 20 años, MoviLine de Telefónica era el único operador de telefonía móvil del país, Google todavía no existía, e Internet para su uso público nacía el 30 de abril de 1993, cuando el CERN entregaba las tecnologías de forma gratuita para que cualquiera pudiera utilizarlas. ¿Hemos cambiado mucho, verdad? Pues agarrémonos fuerte, porque será a partir de 2020 cuando nada volverá a ser igual.

 

 

¿Qué es el Internet de las cosas?

 

El concepto de Internet of things (IoT), Internet de las Cosas en castellano, fue el título de una conferencia que realizó en 1999 el científico británico Kevin Ashton, cofundador del grupo Auto-ID Center del MIT, sobre la identificación por radiofrecuencia en red (RFID).

 

Internet-of-Things-5.jpg

 

La idea es que internet llegue a todas las cosas, no sólo objetos electrónicos, sino, a la comida, a todos los objetos que nos rodean, a la basura… ¡A todo! Por eso, actualmente se emplea ya el término IoE, Internet of Everything, o Internet de todas las cosas, ya que no habrá nada que no esté conectado a La Red.

 

 

¿Cómo funciona?

 

Todo aparato u objeto tendrá una dirección IP que lo identifique mediante un código QR o un chip RFID, sí, el mismo chip que tiene la tarjeta del gimnasio o la del transporte urbano. Pero mejor será que pongamos algún ejemplo:

 

El productor de champiñones pondrá uno de estos chips o un código QR al empaquetar su producto, con toda la información del mismo, quedando registrado su fecha de recogida, caducidad, peso, así como su transporte y almacenamiento, hasta su venta en el supermercado. La cadena de supermercados sabrá en todo momento en dónde se encuentra el paquete y controlará su caducidad y cuándo se vende. Por otro lado, al programar la comida semanal en el robot de cocina verificará con la nevera si disponemos de champiñones, y el frigorífico procederá a su compra de forma automática por internet, asimismo cuando registre una entrada de champiñones se lo comunicará al robot de cocina, y éste nos dirá que todo está listo para confeccionar la comida de ese día.

 

Más ejemplos:  El paquete vacío de champiñones irá como es lógico a la basura, nuestro contenedor de basura dispondrá de un sensor que avisará cuando se encuentre lleno y que transmitirá su información a una aplicación Big Data que analizará los datos recibidos por todos los contenedores de la ciudad y gestionará la ruta de recogida dando las instrucciones necesarias a una flota de camiones de la basura autónomos.

 

Pero sigamos. Esa misma noche saldremos a cenar con nuestra pareja; nuestro coche, eléctrico por supuesto, nos dejará en el restaurante e irá a aparcar al aparcamiento que previamente reservó cuando le indicamos el destino, y al terminar los postres le avisaremos para que nos recoja a la puerta del establecimiento.

 

banner_7.jpg

 

Todo este proceso se realizará sin intervención humana, los objetos y las máquinas estarán diseñadas para interactuar entre ellas, únicamente tendremos que dar inicialmente los permisos necesarios y luego supervisar si todo funciona correctamente. Siri de Apple, Cortana de Microsoft, Echo/Alexa de Amazon o Google Assistant será decisivos, según la GSMA, ya que proporcionan “el interfaz de voz” necesario para coordinar los dispositivos y datos a través de aplicaciones específicas.

 

Cisco Systems una de las empresas pioneras en IoE recoge en su informe anual “Visual Networking Index”, que se estima que en el año 2020 habrá más de 26000 millones de dispositivos conectados, e Igualmente, según Cisco el tráfico IP en 2020 será el triple de lo generado en el año 2015, también predicen que las conexiones M2M, es decir de intercambio de datos entre dos máquinas, ascenderá a 12000 millones en 2020. La computación se hace ubicua y móvil, viene con nosotros a todas partes. Tal y como afirmó Hans Vestberg ex-director general de telecomunicaciones de Ericsson “Si una persona se conecta a la red, le cambia la vida. Pero si todas las cosas y objetos se conectan, es el mundo el que cambia.”

 

Tendremos una vida más cómoda y segura, el mercado de trabajo deberá igualmente adaptarse a la nueva realidad y resulta innegable que no podemos ni debemos oponernos al avance que supondrá IoE, el Big Data y la inteligencia artificial (IA). Pero sí es cierto que los riesgos para nuestra intimidad aumentarán y al igual que sucedió con la energía nuclear y con otras innovaciones antes, toda tecnología puede usarse con buenos y malos fines. Debemos tener en cuenta a uno de los más importantes visionarios de nuestra época, Elon Musk, cuyo mayor temor es que la inteligencia artificial se nos escape de las manos, y hacer lo posible para aprovechar sus incuestionables aspectos positivos.

 

Internet de las cosas.png