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El cuarto operador presiona al grupo galo con el contrato para ampliar su red, que rebajaría el importe que paga a su anfitrión por usar sus antenas.
MásMóvil, el cuarto operador del sector, pretende seguir aprovechando su carácter de cliente estratégico de Orange –de hecho es, de largo, su pri- mer cliente en España– para mejorar su posición competi- tiva en el negocio de la telefo- nía móvil. Los dos grupos mantienen negociaciones para que MásMóvil pueda usar una parte importante de los emplazamientos de telefonía móvil de Orange como forma de facilitar, agilizar y abaratar el aumento de la red propia de Yoigo, filial de MásMóvil. Las dos compañías han declinado comentar la información.
En la actualidad, la red de Yoigo llega al 85% de la pobla- ción y la filial de MásMóvil usa la red de Orange para dar servicios a sus clientes –tanto alosdeYoigocomoalosdela marca MásMóvil– allá donde no llega su red propia.
Hace unas semanas, MásMóvil convocó un concurso para incrementar su red propia por un doble motivo: por un lado, tiene una obligación legal con la Administración española derivada de su licencia, para elevar su número de emplaza- mientos, que actualmente ronda los 5.000, en unos 2.000 más para finales de esta década. Por otro lado, cuanta más red propia tenga, más cantidad de tráfico cursará por su propia red y menor será el coste mayorista del uso de la red de Orange. La petición de ofertas inicial que ha realizado MásMóvil a los fabricantes (Ericsson, Huawei y ZTE) es de 1.700 emplazamientos nuevos, que podrían elevarse hasta 3.000.
MásMóvil ya llegó a un acuerdo muy favorable con Orange el 7 de octubre de 2016, para utilizar la red de te- lefonía móvil del grupo galo en España, lo que se denomi na roaming nacional.
Las condiciones de ese contrato permitieron a Orange arrebatar el contrato mayoris- ta de Yoigo a Telefónica, que era su anterior proveedor de red móvil, y que obtenía alre- dedor de 130 millones de eu- ros anuales por él.
Y ese contrato convirtió al grupo MásMóvil en el primer cliente de Orange en España, con mucha diferencia sobre el segundo, ya que el acuerdo de roaming nacional obliga a MásMóvil a pagar una factu- ración mínima de 367,1 millones de euros en los cuatro años que van desde el 1 de julio de 2017 al 30 de junio de 2021. Eso supone una media de pa- go de un mínimo de 91,77 mi- llones de euros durante cada uno de los cuatro años de du- ración. La cifra no sólo es muy importante, sino que, además, es en su mayor parte, un ingre- so que se traduce casi íntegra- mente en márgenes (ebitda), puesto que estos ingresos no tienen apenas costes de admi- nistración, ni requieren incu- rrir en costes de captación de clientes, como ocurre con los usuarios residenciales.
Hasta tal punto es impor- tante el contrato de Yoigo que Orange rebajó sustancial- mente los costes por gigabyte de datos descargados que tenía Yoigo con Telefónica y los situó en unos 1,4 euros por gi- gabyteparalaredde4Gy de un euro por gigabyte para la red de 3G. MásMóvil está usando este carácter de cliente estrategico.
Usar torres de Orange abarataría
y haría más rápido el incremento de red propia de MásMóvil
tégico de Orange para obte- ner ventajas. Al desplegar red propia, pagará menos en el fu- turo a Orange, pero esa vía de ahorro de costes es mucho más lenta que si logra una me- jora directa del acuerdo de ro- aming nacional, que le permi- tiría ahorrar desde el primer día. El que MásMóvil desplie- gue más red móvil propia no interesa a Orange, que busca desincentivar esta opción por parte de su primer cliente. Y esta es la palanca que está usando MásMóvil para con- vencer a Orange para usar su red de torres para ahorrar costes.
