Si echamos la vista atrás unos cuantos años, los usuarios de teléfonos móviles no eran demasiados. Había móviles, sí, pero no eran un elemento imprescindible en nuestra vida. Sin embargo, con el tiempo, esta realidad ha cambiado de forma radical sobre todo con la llegada de los smartphones.
Y, a pesar de que no todo el mundo tenía un móvil por aquel entonces, a día de hoy, ¿quién no cuenta con un smartphone?
Las compañías más importantes del mundo, Apple o HTC, entre otras, compiten por alcanzar el número uno en ventas de smartphones. Quieren conseguir que sus dispositivos sean únicos. Apple es un buen ejemplo de esto que te estamos contando. Desde que puso a la venta su primer iPhone, los números no han dejado de subir.
Pero no es el único. Estos dispositivos se han popularizado tanto que han hecho que el número de líneas móviles haya crecido notablemente en todo el mundo. Y, con ello, también ha sufrido una subida considerable el tráfico en las redes móviles. No lo decimos por decir. Actualmente, al mes se transfieren más de 600 Petabytes de datos, unos 600 millones de GB, y eso sin contar SMS o voz.
Si comparamos las cifras con respecto al pasado 2010, podemos afirmar que en poco más de un año, el número de líneas móviles ha subido en más de mil millones de usuarios, lo que se traduce en más de 6.000 millones de líneas móviles en el mundo.
Todo parece indicar que esta cifra seguirá aumentando. Hace unos meses, la compañía Ericsson anunció que en 2015 habría 8.000 millones de líneas de telefonía móvil. ¡Más móviles que personas!
No es de extrañar este espectacular aumento. El móvil se ha convertido en el elemento principal con el que podemos hacerlo todo: llamadas, mensajes, chat, fotos, acceso a Internet... Pero este aumento ha supuesto también el descenso en el consumo de tráfico de voz y SMS. Aplicaciones como Skype o WhatsApp han conseguido dejar en un segundo plano a los SMS. Casi todo el mundo prefiere utilizar estas aplicaciones gratuitas, en muchos casos.
Los smartphones están cambiando la vida de todos. Nuestros hábitos, el trabajo, el ocio, turismo... Por ello se ha convertido en un elemento imprescindible en nuestra vida y que, además, está en continua evolución. Las empresas se han visto obligadas a adaptarse a esta nueva realidad si quieren destacar. Pero no sólo ellas. Nosotros también estamos evolucionando hacia un “nuevo mundo” que, todo sea dicho, nos facilita bastante la vida.
