El número de usuarios con smartphone crece a un ritmo considerable sea cual sea la marca. Si preguntamos a todos y cada uno de ellos cuál es la principal queja que tienen sobre su dispositivo, probablemente la mayoría coincidan en la respuesta: la corta duración de la batería.
Es cierto que la duración de la misma depende del uso que hagamos de nuestro smartphone, pero por normal general tienen que pasar por el cargador como mínimo una vez al día. ¿Sabes a qué se debe esto? Sigue leyendo y te enterarás.
De los smartphones de hoy en día se puede decir que son como ordenadores en miniatura. Los avances tecnológicos han permitido a estos dispositivos optimizar sus recursos y parecerse cada vez más a un PC en lo que a potencia se refiere. Sin embargo, esos avances en las baterías no han seguido el mismo ritmo y se han quedado algo atrás.
Las baterias de litio parece que están llegando a su techo en lo que a autonomía se refiere. A pesar de dominar el mercado gracias al aumento de su potencia y su cada vez menor tamaño, no son capaces de soportar la eficiencia de los smartphones durante mucho tiempo.
En resumen, la velocidad a la que han avanzado la potencia y las funciones de un smartphone ha sido muchísimo mayor que la de las baterías, lo que se traduce como horas y horas de uso sin utilizar el cargador para los móviles antiguos frente a la carga diaria de los smartphones.
Probablemente el mercado de los smartphone sea uno de los más competitivos. Es por esto que son pocos meses de diferencia van saliendo a la venta nuevos terminales que dejan algo obsoletos a sus antecesores en lo que a pantalla, procesadores, memoria o cámaras se refiere ya que las mejoras en la batería son prácticamente mínimas entre unos dispositivos y otros.
Como ya te he dicho antes, las baterías de litio están llegando a su tope de optimización, luego los avances se hacen en el resto de componentes de un smartphone para diferenciarse del resto, a pesar de que estos avances impliquen un mayor consumo de batería. Las funciones o componentes que más batería gastan en un smartphone son:
Pantalla: cada vez son más grandes y con mayor resolución y luminosidad.
Llamadas: es la función principal de un teléfono, smartphone o no, y como tal consume también bastante recursos, especialmente cuanto menos cobertura hay.
GPS: la geolocalización también gasta bastante batería, y más si tenemos en cuenta la cantidad de aplicaciones y servicios que se sirven de esta tecnología.
Conexión a Internet: tanto GPRS o 2G como 3G consumen bastante batería por lo que conviene desconectarlos cuando no vayamos a utilizarlo.
Esta duración de la batería también depende mucho del software. Los fabricantes y desarrolladores de aplicaciones son conscientes de esto y cada vez dirigen más esfuerzos a hacer que sus productos trabajen con la menor cantidad de recursos posible.
Un ejemplo es la tecnología LTE. En España aún no se ha implantado definitivamente pero todo apunta a que queda bastante poco. Se trata de una tecnología que ofrece una mayor velocidad en los datos y mejor cobertura a costa de un consumo mayor de batería. Es por esto que en Estados Unidos, donde ya pueden disfrutar de este sistema, las quejas al respecto no han tardado en llegar y es que las baterías de los dispositivos equipados con esta tecnología apenas duran un día.
Otro caso es el de fabricantes que deciden sacrificar el diseño del smartphone por poner una batería algo más grande que aporte una mayor autonomía. En este sentido nos tenemos que preguntar: ¿existe un equilibrio entre diseño y autonomía? ¿Cuál es? Pues bien, esto dependerá del usuario.
Pero, ¿cómo se presenta la situación para las baterías? De momento no parece que haya ninguna tecnología que vaya a sustituir al las reinas de litio en un futuro próximo. Sin embargo hay alguna que otra por ahi que tienen buena pinta. El grafeno es un material cuyas propiedades le convierten en el ideal para fabricar baterías más eficientes y con menores tiepos de carga, pero aún no hay un proceso que permita fabricarlo en masa a un precio asequible.
También se habla de las baterías de litio-aire que prometen una potencia 10 veces superior a lo que conocemos hoy en día, pero su nivel de desarrollo es mínimo luego tendremos que esperar bastante tiempo para ver si cumplen estas expectativas.
Todo apunta a que los fabricantes tienen tanto la voluntad como los materiales y las capacidades para poder desarrollar una nueva tecnología que permita alargar la vida de nuestras baterías pero no parece una tarea fácil luego tendremos que esperar a ver qué ocurre.
