¿Dónde habrán quedado aquellos años en los que los ordenadores y dispositivos móviles eran sólo para los más adultos? Los más pequeños están cogiendo carrerilla y no hay quien les pare.
Supongo que estarás harto de ver cómo los más pequeños de la casa utilizan ya los tablets o smartphones como si hubieran nacido con ellos. Es increíble ver cómo los tiempos han cambiado en este ámbito.
Y aunque en un principio pueda parecer algo curioso, lo cierto es que se ha convertido en un problema para los padres. ¿Por qué? Porque el uso que le dan los hijos a sus tablets o smartphones no es el correcto. En muchas ocasiones, se les prestan estos dispositivos con el fin de entretenerles o de dejarles probar “un nuevo mundo”. El problema es que pueden empezar a abrir aplicaciones, borrar información importante o enviar algo que no deberían.
De hecho, un estudio realizado por Eset revela que el 28% de los padres comparte el uso de los dispositivos móviles con sus hijos menores de 18 años y un 27% ha tenido problemas personales causados por el uso que estos han hecho de los dispositivos.
Y, si profundizamos más en los resultados de este estudio, sabremos que el 12,2% aseguraron que sus hijos han borrado alguna vez información del dispositivo. Pero lo peor de todo es que un 7,6% de los menores han enviado mensajes inconvenientes usando cualquiera de las apps de comunicación.
Por lo tanto, es aquí donde se abre el debate de si los padres deben ser más exigentes y prohibir el uso de estos dispositivos a los más pequeños. Pero, si ese no es su “estilo”, tambíén pueden tomar precauciones para evitar ciertos problemas. Por ejemplo, pueden contar con apps que tengan un login predeterminado o agrupando las apps que los niños vayan a utilizar y creando accesos directos.