Editado 30-06-2022 10:04
La correcta y fluida comunicación dentro de las empresas facilita el desempeño de tareas y la realización de objetivos. Dentro de estas comunicaciones, las conversaciones de feedback entre jefe y empleado son un apoyo necesario para mejorar el clima laboral e impulsar la productividad.
“El ejercicio más fructífero y natural de nuestro espíritu es la conversación”, decía Montaigne. Y, en efecto, un feedback adecuado debe aspirar a ser fructífero. Su objetivo es aprender del pasado y enfocar el futuro con vistas a lo que podemos aportar.
El feedback es un intercambio realizado de forma regular entre el jefe y empleados de una empresa sobre las tareas realizadas, los esfuerzos y desempeños empleados y los objetivos que deben cubrirse.
El feedback ayuda a las empresas a mejorar y mantener una positiva cultura laboral y corporativa.
Para evaluar el feedback del trabajador, debe analizarse según tres ejes principales:
Qué debe aportar el empleado
Estar abierto al aprendizaje es fundamental en tiempos de cambio. Es necesario hacer ver que una actitud abierta es imprescindible para crecer.
Cuando surgen nuevos retos en el trabajo, es normal reaccionar de manera negativa. Por eso importante ayudar al empleado a encontrar un sentido para afrontar los nuevos retos e identificar qué oportunidades pueden surgir.
¿Cómo alcanzar los objetivos? Para afrontar los retos de manera positiva e incrementar la productividad, hay que asignar tareas que supongan un desafío, pero que a a vez están al alcance de la capacidad del trabajador.
De manera instintiva, el empleado puede percibir el feedback como una amenaza. Hay que plantearlo como una conversación que puede impactar de forma positiva al crecimiento del trabajador.
Al empleado hay que exigirle honestidad y responsabilidad en el intercambio, pero el gerente debe estar involucrado y orientado a ayudar al empleado para lograr los cambios necesarios y aportar los recursos necesarios para ellos. También puede exigirse un compromiso al trabajador, pero éste debe ser bidireccional.
Basado en el modelo DISC, podemos sacar cuatro estilos conversacionales en función de la racionalidad y la emocionalidad. Mira a ver cuál es tu estilo y si es necesario adaptarte para hacer mejor y más productiva la conversación con el trabajador.
Son personas observadoras, racionales y prácticas. Son fríos y reservados. Les gusta el feedback en encuentros formales, con estructura establecida y donde prime la objetividad.
Personas seguras de sí mismas que ponen énfasis en la consecución de resultados finales. Son enérgicos y exigentes y pueden tener tics autoritarios. Tienen un estilo directo que va al grano.
Personas tolerantes, pacientes y comprensivas. Pueden ser inseguras y con un punto de indecisión. Les gusta relacionarse con empatía y sin presión.
Personas comunicativas, divertidas y positivas. También son exageradas y egocéntricas, con tendencia a la dispersión. Su estilo comunicativo es entusiasta, cercano y simpático.
Para que el feedback laboral sea fructífero, sigue estos pequeños consejos