El 30 de abril solicito por medio del 1004 la instalación de movistar tv. Me dicen que tardarían como máximo 72 horas. Le dejo mi telefóno para que el técnico contacte conmigo.
Espero el plazo prudencial de una semana y ante la falta de noticias por parte de la operadora, vuelvo a llamar el 7-5-14. Otra amable señorita me dice que todo bien, que en cuestión de días acudirá el técnico a instalarme.
Ante el incumplimiento reiterado vuelvo a llamar al 1004 el 19/5/14, la sorpresa que me llevo es que no se había registrado mi pedido (realizado el 30/4/14). Con lo que he perdido esos 20 días y me fijan para el 4/6/14.
Problemas ajenas al particular que siempre pagamos los clientes. Sabido es el retraso que están teniendo con todo el mundo, por lo que me despreocupé de la alta demora que se estaba produciendo y de las diversas justificaciones.
Por fin, ayer por la mañana acude el técnico (54 días despues...) y me instala la televisión al parecer correctamente, me cambia el router y me pone el decodificador y me voy a trabajar. Al llegar del trabajo, enciendo la tv me sale error y falta de conexión. Sale una nota diciendo que llame al 1004. Compruebo que el piloto de adsl del router está apagado que ahora no tengo ni tv ni conexión a internet ni línea de teléfono fijo!!!
Otra vez a lidiar con el 1004
la actividad menos recomendada en tu escaso tiempo de descanso. La operadora me dice que es algo habitual, que es cosa de la central y que en 12 horas estará solucionado. Otra vez a confiar en las "promesas y plazos" de movistar.
Soy consciente de la poca utilidad que tienen estos lamentos , si acaso una forma de desahogarme por escrito y evitar hacerlo ante las amables operadoras. De optar a una mejora en los servicios de movistar, que hasta la fecha funcionaban correctamente, se convierte en un segundo día (por ahora) sin línea telefono ni internet. Me queda el consuelo que como le sucede a muchos de otros clientes que, al menos que no trabajo en casa sino ya sería el desaguisado total.
Con las experiencias que tenemos, seguimos cayendo en los mismos errores. Confiamos en lo que se supone una gran multinacional y cada cambio que se realiza se convierte en un verdadero infierno.
