La iniciativa de Telefónica contempla una apuesta en toda regla, con el objetivo de acercarse a un público muy joven -se supone que el grueso de los espectadores de eSports se sitúan en la franja de edad entre los 14 y los 35 años- a los que no es fácil acercarse, pero que, sin lugar a dudas, suponen el grueso de los clientes futuros. Por tanto, supone una iniciativa de marketing a largo plazo, para asegurarse audiencia en el futuro"