Que después de una actualización el móvil te vaya de pena tendría que ser motivo suficiente para que el contrato de permanencia quedara anulado, o al menos tan inservible como el teléfono. En mi compañía ya somos cinco los que nos hemos dejado movistar para ir a otras compañías que entiendan que para vender smartphones no hay suficiente con hacer publicidad y que el modelo de actualizaciones es básico para los usuarios. Pues eso señores de movistar: ahora tienen menos clientes, exactamente CINCO.
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