Después de pasar un plácido verano me encuento al llegar a casa una factura de 72 euros de Movistar por una línea de mayo a septiembre de 2014. Nosotros tuvimos muchos años un fijo con Telefónica, posteriormente pasamos a Orange y ahora al cancelar esa línea de Orange en mayo nos encontramos que debemos pagarle esa factura a Movistar. Mi tristeza es que lo normal es que hubieran comunicado la posibilidad de usar esa línea o la necesidad de darla de baja. Creo que pretender facturar cuatro meses de línea sin dar servicio alguno a un cliente no debería ser el modo de actuar de una compañía como Movistar. Varios miembros de mi familia, mi marido, etc. llevan tiempo confiando en esta compañia. No quiero pensar que al cliente honrado sólo le quede comenzar a iniciar un proceso de reclamación en todas aquellas puertas que a una le atiendan. Sería bonito pensar que todavía quedan personas que solucionen los problemas de los clientes de buena fé.
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