En el fondo me da pena, son muchos años juntos, más de viente... he perdido la cuenta. Lo más triste es que después de esta larga relación, en la que me he encontrado a grandes profesionales, que me han ayudado en los momentos difíciles, y a no tan grandes, que me la han liado bien gorda con la configuración de la línea, lo único que he recibido como despedida son doce llamadas perdidas ¿? y un mensaje de texto que me recordaba que si me voy, he de pagar la permanencia; gracias a Dios no tengo. En fin, que mi línea fija y mis dos móviles nos trasladamos a un nuevo operardor, el cambio es difícil, pero espero que sea para bien. Os deseo suerte y sobre todo muchas gracias por la atención humana recibida por vuestra parte. Los malos tragos de averías que no se solucionan, de lentitud de la conexión y de abuso en las facturas los dejo en el pasado. Tal vez esto no sea un adiós, sino un hasta pronto 😉 Corina
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