Hola, IsabelMC. Permíteme que haga de abogado del diablo y te haga una pregunta: ¿Estás segura de que ese teléfono no se puede conectar a Internet? Porque yo no pondría la mano en el fuego. Es más, me da la impresión de que se conecta de vez en cuando pero por su cuenta, sin pedir permiso al usuario para no molestar, porque son pequeñas conexiones para comprobaciones de rutina que hace alguna aplicación. Poca cosa, cada conexión supone un consumo de datos de unos pocos kilobytes como mucho. Parece ser que no tienes ninguna tarifa contratada, y ahí está la cuestión. Ese pequeño consumo te lo tienen que cobrar, claro, pero depende de cuánto. Por ejemplo, en otras operadoras, si no tienes ninguna tarifa te cobran cada megabyte a tres céntimos y pico, y esas pequeñas conexiones que hace el móvil sin decir ni pío suponen un costo de unos pocos céntimos al mes como mucho. Pero Movistar aplica la inefable "Tarifa diaria de datos", por la cual si el teléfono gasta un solo bit de datos se cobran cuatro hermosos euros. Ese día puedes gastar hasta no recuerdo cuántos megas, no sé si cuatrocientos, si quieres, ya que has pagado. Y si al día siguiente hay otra microconexión, otros cuatro pavos a la buchaca y tiro porque me toca, y así todos los días. Conclusión: cuando se usa una conexión a Internet hay que informarse muy bien de cómo es, no vale eso de que "no lo sabía", no te van a decir los inconvenientes. Al contrario, se van a callar por si cuelan aberraciones como lo de la "Tarifa diaria" y demás lindezas que son una mina de oro, no hay que fiarse jamás de los jamases de lo que te digan los teleoperadores. Hay que ir a la web y leerse despacio y con lupa las condiciones, sobre todo la letra pequeña que es donde están las trampas para cazar pardillos. Y con los móviles lo mismo, hay que conocer muy bien sus características porque aunque parezcan una mosquita muerta te pueden dar alguna sorpresa. Y los ancianos no tienen excusa, que ser viejo no significa ser pasota y crédulo, y en todo caso para eso estáis los parientes, para molestaros en echarles un cable. Conclusión: no hay motivo de queja. Habéis picado como pipiolos por creeros lo que os dicen los comerciales y fiaros de su palabra, pero así es como se aprende en la vida, a base de palos. Si te sirve de consuelo a mí me pasó lo mismo con la famosa "Tarifa diaria", pero sólo palmé cuatro euros y "una y no más, Sabto Tomás", me largué de Movistar a la velocidad de la luz.
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