Como no me deja hacer una publicación nueva, al ser nuevo en este foro, escribo en este apartado. Suplantación de Identidad en la primera compañía de teléfonos en España: "QUE PAGUE QUIEN SEA, PERO QUE PAGUE" "Que pague quien sea, pero que pague" Ese podría ser el lema de dicha compañía de teléfonos ante la oleada de casos de alta fraudulenta con suplantación de identidad y que afecta a quienes menos culpa tienen: el [....]. Habla un afectado, que se siente indefenso ante el afán de conseguir clientes de las compañías telefónicas sin comprobar si se trata de una [...]. Total, "ya lo pagará quien sea". El pasado mes de mayo estaba tan tranquilo en casa, cuando desde un departamento de telefónica, muy amablemente, me decían que si no les abonaba una cantidad de "tan solo" unos 120 euros, iban a tomar acciones legales. Casi conmovido por dirigirse a mí de forma tan sutil, sin haber contratado jamás ninguna línea con ellos, les pregunté que por qué debía de hacerlo. El pobre empleado, muy bien adiestrado por su compañía, me lo presentaba como la oportunidad de ser un buen chico y ser perdonado. Casi me emociono. Me dijeron que existía un contrato a mi nombre y que debía una factura de hace más de 5 años, de julio de 2013. (Visiblemente prescrita). Les respondí que si voy a hacer una donación o una obra de caridad, al menos saber cuál es el número de teléfono con el que se dieron de alta a mi nombre y tener una factura física con el importe debido. No me quedaba más remedio que hacer un acto de fe. "No le podemos facilitar el número de teléfono porque ya lo está utilizando otra persona". Y es que quien no corre vuela. "Ya le hemos mandado las factura" ¿Dónde? Para mi sorpresa y después de insistir, me dijo que a mi dirección de Barcelona. Ya me gustaría haber vivido en dicha ciudad y haber hecho un contrato allí, aunque tal vez nunca con su la compañía de teléfonos de este foro. Al final decidí no hacer la donación y lo consulté con los abogados de la organización de consumidores y usuarios, para que me asesorasen. Me explicaron que mi caso no era el único y que era favorecido por la política de las compañías telefónicas en su afán de hacer clientes a toda costa. Poco les importa quien haga el contrato. Total, ya habrá alguien dispuesto a hacer una obra de caridad. Asimismo, me comentaron que si era cierto que la factura era de julio de 2013, ya estaba prescrita. La solución que me dieron en la Organización de Consumidores y Usuarios fue que interpusiese una denuncia por suplantación de identidad y la enviase a esta compañía de teléfonos. Al ser la segunda vez que me ocurre y da la casualidad que siempre con la Primera compañía de teléfonos que apareció en España, ya estoy cansado de que me amenacen para hacer una obra de caridad y un acto de fe. Ellos intentan cobrar a toda costa, aun teniendo indicios de una posible suplantación de identidad. Se pierde tiempo y dinero, desplazándose a la comisaría, haciendo llamadas de teléfono, enviando cartas, escribiendo en foros, publicando redes sociales. Todo para demostrar que tú no eres quien a hecho el contrato, sin que dicha compañía tampoco te demuestre que fuiste tú quien dio tus datos. Creo que el tiempo, el dinero y las molestias se deberían de compensar, si no económicamente, al menos contribuyendo a que otros no pasen por tu misma situación. Por ese motivo, animo a compartir este caso y otros similares por redes sociales, para que dejen hacerse contratos tan a la ligera. Hacer obras de caridad es muy reconfortante. Pero uno tiene que poder elegir a quién hacérsela.
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