Creo recordar que el primer Nokia que tuve fue un 5110 de color azul oscuro, que me costó un auténtico dineral (unas 8 ó 9 mil pesetas de la época). Mucho dinero para mi maltrecha economía de estudiante. Después de él vinieron otros cuantos teléfonos, todos Nokia, por supuesto: 3310, 8310, 3100, N73, N81, ... y alguno más. Cada uno de ellos era mejor que el anterior, no solo en diseño, sino en funcionamiento. La batería les duraba eternamente, e incluso, podías personalizar los tonos de llamada "escribiéndolos a mano" en el terminal. Luego llegó el 8310 con su radio, con su tamaño minúsculo, con su diseño muy elegante. Aunque para mí, la verdadera revolución fue el N73 que aún conservo como oro en paño. Aún funciona como el primer día y la batería sigue durándole varios días. Lo tengo con una tarjeta sim y de vez en cuando lo enciendo y hago alguna llamada con él. Aunque los móviles actuales son mucho más completos y más enfocados a contenidos multimedia e internet, deberían aprender alguna cosa de estos antiguos modelos: duración de batería, robustez, facilidad de uso y sobre todo fiabilidad.
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