Bienestar personal: estrategias de autoprotección para pequeñas empresas

Raúl Alonso
Editor_Telefonica Empresas
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La carga de trabajo de tu negocio te agota, pero solo dejas de trabajar cuando las fuerzas flaquean. ¿Hace cuánto tiempo que no paseas un martes al atardecer?, ¿no tienes tiempo para practicar deporte?, ¿el estrés te pone de mal humor?, ¿te despiertas en mitad de la noche?... Estas situaciones son para muchos empresarios la antesala a la enfermedad mental.

 

Cada mañana 3,3 millones de pequeñas empresas y autónomos españoles despiertan, de ellos cerca de 2,3 millones son trabajadores por cuenta propia y, de estos últimos, el 79% no tiene ningún asalariado a su cargo: a la presión diaria de que su actividad dé para vivir, suman la soledad de una larga jornada laboral. Los empresarios lo saben muy bien: el emprendimiento tiene un alto coste sobre su salud, razón que convierte la autoprotección en esencial.

 

 

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Por fortuna los riesgos psicosociales y la salud mental ya cuentan desde 2023  en España con un programa nacional, cuando se presentó la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027, sin embargo, muchos empresarios y autónomos tienen la sensación de ser los grandes olvidados.

 

La UE define los riesgos psicosociales y de salud como aquellos que “surgen de una mala concepción, organización y gestión del trabajo, así como de un contexto social deficiente del trabajo, y pueden entrañar resultados psicológicos, físicos y sociales negativos”. ¿A cuántos de ellos te expones como empresario?

 

 

¿Identificas estos riesgos?

Carga de trabajo excesiva, precariedad, falta de apoyo, clientes difíciles, cambios organizativos mal gestionados, son cinco de los diez ejemplos que la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo pone como riesgos para la salud del trabajador, todos ellos viejos conocidos.

 

Son situaciones para muchos identificables pese a no saber ni cómo describirlas ni cómo referirse a ellas. Y su mala gestión puede derivar en problemas en el trabajador por cuenta propia como:

 

  • Adicción al trabajo. “La compulsión o la necesidad incontrolable de trabajar incesantemente” (en definición del religioso y psicoanalista que lo descubrió Wayne Otes). Se trata de un intento sin fin por producir al máximo, aunque implique el sacrificio de otras facetas de la vida humana, necesarias y saludables.

 

  • Dismorfia de productividad. En este caso se trata de “un sentimiento patológico de no ser suficientemente productivo, pese a que objetivamente realiza una actividad de alto rendimiento, percibiendo no ser nunca bastante por su compulsión para hacer siempre más”, explica el profesor José Manuel Vicente Pardo de la UCAM Murcia. Sus consecuencias son falta de confianza y autoestima, hasta derivar en la patología de agotamiento mental entre otras.

 

  • Sisifemia. Su nombre alude al mito griego de Sísifo, condenado a empujar una piedra cuesta arriba que vuelve a rodar cada vez que alcanza la cumbre. Aunque es un trastorno de nuevo cuño, responde a una situación de sobra conocida, un exceso de  autoexigencia por hacer todo bien. De no controlarse tiene un gran impacto sobre la salud mental en términos de ansiedad, desánimo y cansancio crónico.

 

Más conocido es hablar de estrés, ansiedad y depresión, los tres, trastornos mentales muy comunes en el entorno empresarial. Dolencias relacionadas con problemas para conciliar el sueño, adicciones, malas digestiones o jaquecas, falta de concentración o bajada en la productividad.

 

 

Diez medidas de autocuidado, la mejor prevención

 

No hay nadie al margen de los problemas de salud mental, pero es cierto que las personas más resilientes soportan mejor el estrés. En cualquier caso, con independencia de la capacidad para sortear la adversidad, está en tu mano aplicar medidas de autocuidado.

 

El gran enemigo a combatir es el estrés, donde los expertos identifican el origen de la mayoría de los problemas que pueden dañar la salud mental. La buena noticia es que no es tan complicado levantar un escudo protector.

 

 

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Aquí tienes diez medidas de autocuidado, muchas de ellas ya las conoces, otras no. Lo importante es que te decidas a incorporar algunas a tus rutinas diarias, prueba, seguro que te ayuda a sentirte mejor:

 

  • Muévete. Dedicar al menos una hora al día a una actividad deportiva o dar un paseo es la medida más esencial.

 

  • Ponte un horario. Aunque tú te resistas a creerlo, tu mente y tu cuerpo tienen límites.  La recomendación es no trabajar más de ocho horas al día, si no es posible, debe prolongarse lo mínimo posible. 

 

  • Colabora con otros autónomos. Trabajar en colaboración con otros profesionales freelance con los que te complementas, no es solo una buena idea para mejorar tus ventas, también tu salud mental. Busca socios con los que tengas una buena sintonía personal.  

 

  • Desconecta a diario. Puede ser a las 5:00 de la tarde, a las 7:30 o a las 9:00, pero a partir de un momento no hay teléfono ni email que revisar. 

 

  • Programa minipausas en la jornada. No es necesario prepararse el café, pero levantarse un minuto para caminar, hacer estiramientos o respiraciones, sirve para relajar músculos y mente.

 

  • Apóyate en la red. Si trabajas solo como autónomo es más que probable que tengas colegas que están en tus mismas circunstancias, cuenta con ellos para tomar un videocafé o chatear: lo importante es compartir, tanto los problemas como los éxitos.

 

  • Usa el teléfono. Recuperar el teléfono es una tarea pendiente para muchos profesionales. En muchas ocasiones este canal permite gestiones que por correo llevan más distracción, y además permite un contacto más personal con el interlocutor, lo que es importante en el caso de los autónomos que quieren romper con su aislamiento.  

 

  • Escápate. Para tener una reunión física con un cliente o proveedor, para estirar las piernas 15 minutos o para ir a tomar un café. Salir de tu entorno de trabajo, no importa la razón, es muy importante para romper esa tensión que a lo largo de la jornada vas acumulando. Recuperar esos minutos no será luego tan complicado. 

 

  • Medita. El mindfulness, por su facilidad para compaginar su práctica con el trajín diario, es muy recomendable, pero opta por la disciplina que más te convenza. Dedicar este tiempo a tomar consciencia del presente, a agradecer lo que tienes, a respirar con tranquilidad ofrece beneficios instantáneos.  

 

  • Celebra los éxitos. Puede parecer irrelevante, pero seguro que tienes más cosas para celebrar de las que piensas. Un nuevo cliente, un trabajo para el que lo has dado todo o un cobro que ha llegado antes de lo esperado, celebrar  que las cosas van bien es un buen camino para sentirte mejor.

 

Estas medidas pueden ayudarte a mantener a raya los problemas mentales, incluso a retomar el rumbo de tu vida en caso de que el estrés y la depresión hubieran hecho acto de presencia. Pero recuerda que, aunque trabajes en bata, no eres un caballero jedi de Star Wars: si solo no puedes, busca ayuda profesional.

 

Alternativas hay muchas. Entre ellas, el uso de servicios sanitarios de telemedicina 24/7, que te permiten ponerte en contacto con un profesional sin tenerte que desplazar. Telefónica Empresas te ofrece la solución Movistar Salud Empresas que ofrece servicios de atención psicológica y consultas médicas online o por videollamada. Lo importante es actuar.

 

 

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