El futuro del trabajo

Juan_Estebanez
Editor_Telefonica Empresas
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Vivimos un nuevo paradigma con profundos cambios en todos los ámbitos: tecnología, consumo, sociedad... Los modelos de producción y organizativos se están transformando, algo que afecta a todo tipo de empresas y al futuro del trabajo y el empleo. La revolución digital es la principal responsable de esta acelerada transformación. Las nuevas tecnologías digitales han aumentado el valor de los procesos productivos gracias a una mayor disrupción e innovación.  

 

Además, la transformación digital confluye con un profundo cambio cultural que pone el foco en la sostenibilidad y en otras cuestiones como la gestión de la diversidad y la inclusión social. La preocupación medioambiental, especialmente la necesidad de descarbonizar la economía a causa del cambio climático, es una prioridad para las organizaciones. 

 

Una de las implicaciones más delicadas de esta vorágine de cambios es la laboral. La transformación del mercado laboral implica directamente a la vida de millones de seres humanos. ¿Cuál es el futuro del trabajo? 

 

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La Cuarta Revolución Industrial y el futuro del trabajo 

 

Efectivamente, el trabajo se encuentra entre los más afectados por esta profunda y acelerada alteración a todos los niveles. Y su mutación seguirá produciéndose porque los cambios no se detienen. Tras la revolución digital, estamos en los albores de la “Cuarta Revolución Industrial”, como la definió Klaus Schawb, fundador del Foro Económico Mundial. 

 

Esta Cuarta Revolución Industrial o Industria 4.0 supone casi un salto exponencial frente a las etapas anteriores. Un fenómeno tecnológico que sucede a la revolución digital (Tercera Revolución Industrial) y que se caracteriza por: 

 

  • Acumulación de nuevas tecnologías: una ingente cantidad de nuevas tecnologías y de desarrollo de algunas ya existentes, que coinciden en el tiempo y se retroalimentan entre ellas. Destacan el 5G, que será el principal catalizador de todas, la inteligencia artificial, Internet de las Cosas, robótica, blockchain, cloud computing, impresión 3D, realidad virtual, realidad aumentada, metaverso ... 
  • Eliminación de las barreras entre lo físico y lo digital: algunas de estas tecnologías, especialmente la realidad virtual, permiten diluir las fronteras entre los mundos físico y virtual e incluso, el biológico. Esta conjunción permite la creación de soluciones innovadoras y eficientes que no serían posibles con una sola tecnología. 
  • Vertiginoso ritmo de adopción de estos avances: la velocidad a la que se está introduciendo estos novedosos cambios es asombrosa. Por ejemplo, la última y flamante solución de IA, el ChatGPT, consiguió sólo 5 días en alcanzar 1 millón de usuarios. A Instagram le llevó casi tres meses alcanzar esa cifra; a Facebook 10 meses y a Netflix, 3 años y medio. 
  • Gran relevancia de los datos: los datos son el combustible que hará avanzar esta Industria 4.0, más aún que en la anterior fase de la revolución digital. Esto supondrá un gran reto en la gestión de la seguridad y privacidad. 

 

Incertidumbre sobre el futuro del trabajo 

 

Existe una gran incertidumbre sobre cómo será el futuro del trabajo. Estas nuevas tecnologías traerán algunos empleos que todavía no existen. Por ejemplo, es estima que el 5G contribuirá la creación de puestos de trabajo que podrían superar los 300.000 para 2030. El trabajo se transformará, con un aumento del teletrabajo y el trabajo independiente. 

 

 Sin embargo, algunos expertos sostienen que el aumento de la automatización y el desarrollo de la inteligencia artificial desembocará en un aumento de la productividad, pero también conducirá a la pérdida de empleos que quedarán obsoletos.  

 

El resultado positivo entre esta tensión entre la creación de nuevos empleos y la desaparición de otros dependerá en buena medida de políticas pública adecuadas y de una correcta respuesta de las empresas. 

 

La automatización es un fenómeno que viene de tiempo atrás, pero los avances en inteligencia artificial están acelerando el proceso. Se espera que la automatización de tareas repetitivas y de baja complejidad, como la contabilidad o la atención al cliente, sigan adelante. Pero otras tareas que parecían de exclusiva competencia de los humanos, también están siendo objeto de la automatización gracias al acelerado desarrollo tecnológico.  

 

Este cambio tiene consecuencias significativas para el empleo. Se espera que ciertos trabajos, como conductores de camiones y operarios manuales desaparezcan a medida que la tecnología los sustituya. ¿Se producirá una fuerte pérdida de empleo neto? 

Pese a algunas opiniones negativas, otras posturas se muestran más optimistas. Joaquín Nieto, experto y ex director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), destacaba en una reciente entrevista en la revista TELOS, que “en cada revolución tecnológica, no sólo no han desaparecido empleos, sino que han aumentado.” 

 

Así, Nieto saluda la irrupción de nuevas tecnologías al entender que ayudarán a mejorar las condiciones laborales. En su opinión, la tecnología permite transformar los trabajos, como por ejemplo, con el teletrabajo, que “no solo es posible, sino que aporta ventajas tanto para las empresas como para los trabajadores: mejora la productividad y reduce los desplazamientos, con lo que además tiene un impacto evidente en la sostenibilidad del planeta”. 

 

Soluciones para el futuro del trabajo 

 

La solución para paliar el posible desempleo que las nuevas tecnologías puedan acarrear pasa por políticas fiscales y de empleo que pueden acometer los gobiernos, pero las empresas también pueden ayudar a conservar los puestos de trabajo. Es posible automatizar ciertas tareas y reasignar a los trabajadores a tareas más complejas y de mayor valor. Para ello, es preciso la recualificación y un uso inteligente y ético de la tecnología. 

 

Habrá necesariamente una brecha entre la destrucción y creación de empleos que provocará la tecnología. Es imprescindible hacer una transición laboral adecuada y buena para todos mediante la formación y el aprendizaje continuo. 

 

Esa es la postura del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, que ha afirmado durante su intervención en el Foro Económico de Davosque “la desigualdad es el mayor desafío” al que se enfrenta la sociedad en el cambio de era que la transformación digital trae consigo.  

 

Frente a ese problema, destacó que “la recualificación y la tecnología son parte de la solución”. 

 

Álvarez-Pallete señaló que “las ayudas son necesarias para corregir la desigualdad, pero fundamentalmente se necesitan competencias”. Álvarez-Pallete subrayó la necesidad de aplicar la tecnología para promover una masiva recualificación que permita cubrir los puestos de trabajo que continúan vacantes mientras, en paralelo, la sociedad sigue registrando millones de desempleados. “Esta situación responde a que las personas no poseen las habilidades que se demandan”. 

 

El reskilling ayudará a superar el impacto que la tecnología y la automatización están causando en el mercado laboral, al tiempo que permitirá capturar las nuevas oportunidades de trabajo que la transición digital y ecológica está generando.

 

Contar con capacidades y habilidades digitales para atender los nuevos perfiles demandados en la revolución tecnológica, por un lado, y luchar contra la obsolescencia de la cualificación de los empleados, por otro, resultarán determinantes para combatir la desigualdad y abogar por la inclusión. Para promover el aprendizaje permanente y la recualificación que permitan aprovechar el potencial que la revolución tecnológica ofrece, el presidente de Telefónica pidió “gestionar bien la transición digital”. 

 

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Telefónica con el futuro del trabajo 

 

Álvarez-Pallete destacó que Telefónica lleva años comprometida con la formación y la empleabilidad a través de distintas iniciativas. Resaltó que la compañía cuenta en España con el mayor programa de recualificación interno de Europa, reflejado en que más de 16.000 empleados recibieron formación el año pasado para actualizar sus capacidades. 

  

También se ha referido a la contribución de Fundación Telefónica, que impulsa proyectos sociales para fomentar la empleabilidad. Es el caso de Campus 42, una academia de programación gratuita basada en una metodología innovadora donde los alumnos aprenden unos de otros y se preparan para las nuevas demandas digitales del mercado laboral. 

  

Otro camino consiste en integrar fuerzas mediante la colaboración público-privada para conseguir un mayor impacto y ofrecer más oportunidades de aprendizaje continuo. Ha mencionado el caso ‘Reskilling For Employment’, uno de los proyectos emblemáticos de la European Round Table (ERT), organización que agrupa a las principales empresas europeas y en la que Álvarez-Pallete preside precisamente el Comité de Empleabilidad, Competencias e Impacto. 

  

Entre las medidas que pueden permitir a la sociedad prepararse para poner a su favor el impacto de la tecnología, Álvarez-Pallete recomendó aplicar la tecnología a la educación y la formación, adaptar la educación a las demandas de la sociedad digital o promover una cultura de aprendizaje permanente. 

  

Es necesario ofrecer a nuestros empleados programas de formación adaptados a las competencias que necesitan para triunfar en la economía digital, generar talento y aumentar la competitividad de nuestras empresas”, afirmó.