Seguramente, en más de una ocasión habremos vivido momentos peculiares en los que no hemos podido abrir nuestro coche con el mando, o hemos perdido repentinamente cobertura cuando hasta hacía sólo unos segundo sí teníamos, así como cualquier otra incidencia con otros aparatos electrónicos.
En ese caso, lo más probable es que estuviéramos muy próximos a un inhibidor de frecuencias que provocaba este tipo de fallos llegando a dejar prácticamente inutilizados nuestros dispositivos.
¿Qué es un inhibidor de frecuencias y cómo funciona?
Como ya hemos advertido anteriormente, un inhibidor de frecuencias se limita a interrumpir comunicaciones de distintos tipos. Además, estos inhibidores no es necesario que sean demasiado grandes, pueden ser desde poco más del tamaño de un paquete de tabaco hasta el de una maleta.
Hoy lógicamente los intereses en el uso legal de estos dispositivos son otros, como puede ser la seguridad de los ciudadanos ante posibles atentados o situaciones de riesgo social.
Y aunque pueda parecer que su funcionamiento es algo complicado, nada más lejos de la realidad, pues se asemeja a los ataques DDoS, con los que tantas empresas se han visto afectados en los últimos años a nivel informático. Funcionan introduciendo ruido en la frecuencia deseada para saturarla y así impedir que llegue la información verdadera.
De este modo se puede bloquear todo tipo de señales, desde la del móvil, pasando por los infrarrojos, los radares móviles, la señal de GPS... Y en función de su tamaño tendrá su repercusión en la distancia del bloqueo, pudiendo alcanzar más de un kilómetro.
¿Son legales los inhibidores de frecuencias?
Dados los curiosos efectos que producen los inhibidores de frecuencia, es lógico plantearse si estos dispositivos son o no legales.
No obstante, hasta que se ha regulado un poco más a fondo la cuestión, han sido numerosos los casos en los que se han empleado estos dispositivos, ya sea con carácter particular y sobre todo, en los exámenes de las Facultades y Oposiciones para evitar trampas tan difíciles de percibir como la comunicación a través de auriculares o pinganillos.
Pero incluso en dichos supuestos y a pesar de la buena intención en el uso de un inhibidor, estos están prohibidos actualmente, salvo contar con la autorización expresa mencionada anteriormente.
Sin embargo, siempre habrá quien se salte las normas, ya sea por fastidiar a los demás o incluso con fines ilícitos, pues estos aparatos han sido y siguen siendo utilizados por los cacos para saltarse las alarmas más económicas, impidiendo así la comunicación con la central de alarmas, lo cual se está intentando solucionar usando frecuencias alternativas o recurriendo a alarmas que usen cableado en lugar de radiofrecuencia.
En resumen...
