Cuando la felicidad llama a tu empresa
Las buenas relaciones nos hacen más felices favoreciendo la productividad en las empresas
Editado 16-10-2024 13:26
"Baila para mí un minuto y te diré quién eres”, respondió el bailarín y artista Mikhail Baryshnikov en una entrevista para la Associated Press, con motivo de su exposición fotográfica Dance this way en 2012. Dudo mucho que con un minuto de trabajo, alguien pueda decir quién eres, sin embargo, quizá con ojo clínico se podría hacer un buen escáner
sobre qué tipo de profesional es alguien, tan solo observándole durante unas horas o unos días de trabajo.
De lo que sí estoy segura es de que, ámbitos tan aparentemente alejados como el mundo de los negocios y el del ballet, tienen mucho en común. De hecho, las empresas pueden extraer interesantes aprendizajes de la danza clásica para aplicar a sus negocios.
Pero, ¿Qué tiene que ver una pyme con El lago de los cisnes? A no ser que el uniforme corporativo esté diseñado a base de tutús, maillots y mallas, y que el equipo al completo entre en la oficina a pasos hilvanados de assemblé, parece que, a priori, nada.
En cambio, si hablamos de dedicación, perseverancia, constancia, combinación de competencias y técnicas o capacidad para recibir y aplicar críticas constructivas, seguro que identificaremos que ciertas habilidades de la danza clásica se comparten o pueden ser transferidas a las dinámicas empresariales para afrontar fortalezas como la disciplina, el foco y la resiliencia.
Para que una coreografía esté bien ensamblada y un ballet toque la gloria, son necesarios los siguientes elementos:
Que la disciplina es esencial para dominar las habilidades técnicas y artísticas en la danza, no es algo nuevo. De hecho, junto con la necesidad de enfoque, también es fundamental para alcanzar metas y objetivos en los negocios.
Para los consultores y pensadores sobre gestión empresarial Jon R. Katzenbach and Douglas K. Smith, quienes han escrito ampliamente sobre disciplina de equipos, son cinco las características que destacan: tener un propósito común significativo que el equipo ha contribuido a forjar; marcar objetivos de rendimiento específicos dentro de los objetivos comunes; desarrollar una amalgama de competencias complementarias a medida que los retos avanzan (aprendizaje continuo); generar y mantener un fuerte compromiso con el trabajo, la empresa y los profesionales; y sembrar y cosechar la confianza y responsabilidad mutua no solo hacia el líder, sino entre todos los miembros.
Al igual que una coreografía, donde cada movimiento se planea cuidadosamente, los negocios requieren una estrategia bien diseñada. La manera en que los bailarines se mueven en armonía refleja la importancia de tener un plan estratégico sólido en los negocios, donde cada acción se debería realizar con un propósito definido y la precisión requerida en la toma de decisiones empresariales.
En la danza clásica, las figuras bailarinas deben trabajar en armonía con el resto de los miembros del cuerpo de baile para lograr una actuación exitosa. Lo mismo sucede en los negocios, donde la colaboración entre colegas es esencial para los objetivos de un proyecto, ya sea prima ballerina assoluta, premier danseur, sujet, coryphée o quadrille.
Aunque el ballet es una forma de danza artística altamente estructurada, también requiere de creatividad para expresar emociones y contar historias a través del movimiento. Esta habilidad para pensar de manera creativa se puede aplicar a las empresas -algunas, reacias a innovar- para encontrar soluciones originales a los desafíos.
En el ballet, el vestuario y la puesta en escena es parte integral de la actuación. En los negocios, la presentación personal y corporativa también es crucial. Así como los bailarines cuidan su aspecto para transmitir una imagen profesional, en el mundo empresarial, la forma en que se presenta una empresa puede impactar en cómo es percibida por los clientes, inversores y empleados.
En el ballet, el equilibrio es esencial para ejecutar movimientos con elegancia y precisión. En los negocios, mantener el equilibrio entre la innovación y la estabilidad es crucial. Así como las bailarinas buscan esbeltez desde las puntas en sus pies, las empresas deben equilibrar la búsqueda de nuevas oportunidades con la estabilidad financiera y operativa.
La coordinación entre los miembros de un cuerpo de baile se asemeja a la necesidad de una comunicación efectiva en las empresas. En el escenario, los bailarines se comunican principalmente a través del movimiento y la expresión corporal, mientras que en los negocios, la comunicación efectiva entre equipos y departamentos es esencial para lograr los objetivos organizativos.
Los detalles en la ejecución de movimientos en la danza clásica son fundamentales para lograr la perfección. De manera similar, prestar atención a los detalles en los negocios puede marcar la diferencia. La excelencia en los detalles, ya sea en la calidad de un producto, en la atención al cliente o en la presentación de informes, puede influir en el éxito general de un proyecto, un departamento o una empresa.
La práctica del ballet implica superar desafíos constantes, aprender de los errores y persistir a pesar de las dificultades. Repetición, práctica, error, mejora; la caída como parte intrínseca para seguir adelante. Esto se traduce en el mundo empresarial, donde la resiliencia es clave para superar obstáculos, donde detrás de cada éxito hay infinidad de fracasos superados.
George Balanchine y el New York City Ballet
El renombrado coreógrafo, maestro y bailarín ruso George Balanchine, fundador del New York City Ballet en 1948, revolucionó el ballet clásico con su enfoque innovador al introducir técnicas y movimientos vanguardistas. De su filosofía, extraemos cuatro enseñanzas claras:
El ballet se rige por el principio de dehors (hacia afuera) y avant (hacia adelante), elongando la altura del cuerpo (aumentando miras). Permite que, según el momento, tu empresa se mueva a ritmo de adagio, con suaves développés y amplios, fluidos y llenos de elegancia, concentración y equilibrio arabesques; o en allegro, con la precisión del movimiento vigoroso y el impulso del grand jeté.