El desarrollo de las nuevas tecnologías, con un especial énfasis en la digitalización, ha aportado indudables ventajas a nuestro bienestar económico y social. Estos beneficios alcanzan a todo tipo de empresas y de todo tamaño, incluidas las pymes. Sin embargo, la consecuente explotación de los recursos naturales, la emisión de gases de efecto invernadero y la producción de residuos es perjudicial para el medio ambiente. La economía circular es una forma de minimizar este impacto negativo sobre nuestro entorno. ¿Podemos adoptar la economía circular en nuestra pyme?
La Unión Europea (UE) genera más de 2.200 millones de toneladas de residuos al año. Los procesos industriales son la causa del 9,1% de los gases responsables del calentamiento global, mientras que la gestión de residuos representa un 3,3%. La degradación del medio ambiente hace cada vez más necesaria la introducción de esta economía circular.
Precisamente, apostar por una economía circular en la pyme nos permite alinearnos con las instituciones comunitarias. La UE pretende conseguir un entorno climáticamente neutro en 2050. Para ello sustenta sus acciones en dos pilares básicos:
- Pacto Verde Europeo: busca modernizar la economía europea con el uso eficiente de recursos que reduzca la emisión de gases de efecto invernadero y combata la degradación del medio ambiente.
- Plan de Acción para la Economía Circular: incentiva aquellas iniciativas que aumenten la vida útil de los productos, con una apuesta por el consumo responsable.
¿Qué es la economía circular?
Con la apuesta decidida de la UE por este modelo económico, parece razonable que pequeñas y medianas empresas se fijen en él. Pero ¿qué es exactamente la economía circular? El Parlamento Europeo la define como “un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido”.
Así, la economía circular es un enfoque económico y de desarrollo que supone maximizar el uso de recursos y minimizar los residuos, a través de la reducción, reutilización, reciclaje y regeneración de materiales y productos. La economía circular se distancia del modelo lineal de producción y consumo tradicional, donde se extraen los recursos, se fabrican productos, se utilizan y luego se desechan. Así, en la economía circular se busca cerrar los ciclos de vida de los productos, manteniendo su valor y utilidad durante el mayor tiempo posible.
La economía circular se basa en tres principios fundamentales:
- Diseño sostenible: supone trabajar en el diseño de productos duraderos, reparables, reutilizables y reciclables. Con el foco puesto en la sostenibilidad, se pretende la eliminación de sustancias tóxicas y la utilización de materiales renovables.
- Extensión del ciclo vital de los productos: se busca prolongar la vida útil de los productos a través de la reparación, el mantenimiento y la actualización. Los modelos de negocio que se persiguen son aquéllos basados en el alquiler, leasing y en la compartición de productos en lugar de la propiedad individual.
- Valorización de los residuos: se promueve el reciclaje y la valorización de los residuos para usarlos como materias primas o como recursos para fabricar nuevos productos.
El objetivo de este modelo es usar los recursos de un modo más eficiente para hacer un sistema de producción más sostenible, con una menor generación de recursos y un mayor cuidado del medio ambiente.
¿Por qué tenemos que cambiar a una economía circular?
La necesidad de caminar hacia un desarrollo sostenible es el catalizador para implementar una economía circular. La transición hacia una economía circular requiere la colaboración de diferentes actores, como gobiernos, empresas, consumidores y la sociedad en su conjunto. Esto afecta a las políticas públicas, educativas y sociales. Y, por supuesto, y en lo referente a las empresas, supone cambios sensibles en los modelos de negocio.
La necesidad de cambiar a una economía circular se sustenta en varias razones:
- Escasez de recursos: la economía circular busca maximizar la utilización de los recursos existentes, algo que, debido a la escasez de materias primas o combustibles fósiles, contribuye a ampliar su disponibilidad.
- Cambio climático: este modelo económico pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global.
- Contaminación y generación de residuos: la economía circular también facilita la reducción de la contaminación, así como minimizar la generación de residuos y su reutilización, ayudando al medio ambiente.
- Apoyo a la economía y al empleo: usar los recursos escasos del modo más eficiente posible permite optimizar los procesos de producción, algo que mejora a la economía en general. También favorece la creación de empleo al generar nuevos modelos de negocio en sectores de gestión de residuos o diseño de productos sostenibles, entre otros.
¿Qué beneficios aporta la economía circular a la pyme?
La economía circular, además de ayudar a la economía en general y a la sociedad, también puede traer una serie de beneficios a las empresas. Y no sólo las grandes empresas pueden aprovechar las ventajas de adoptar un modelo de economía circular. Hay beneficios que pueden ser útiles para las pymes:
- Mayor rentabilidad con menos recursos: como señalábamos antes, la escasez de materias primas y combustibles fósiles hace que la economía circular esté obligada a optimizar los recursos. Esto permite a las pymes maximizar el valor de su actividad con menos recursos y conseguir una mayor rentabilidad de sus procesos de producción.
- Reducción de costes: la reutilización de materiales, reparación de productos y la gestión de residuos ayudan a las pymes a reducir los costes asociados con la adquisición de nuevas materias primas y la gestión de desechos.
- Acceso a nuevos mercados: la sostenibilidad es un valor en boga entre un número creciente de consumidores. La adopción de la economía circular puede facilitar nuevas oportunidades comerciales entre estos usuarios concienciados. Además, como vimos con los planes de la UE muchos organismos y administraciones públicas están dando prioridad a proveedores que adoptan prácticas sostenibles.
- Cumplimiento normativo: precisamente, esta implicación de las administraciones en la economía circular hace que cada vez más, los gobiernos y los organismos reguladores están estableciendo normativas relacionadas con la sostenibilidad y la gestión de residuos. Las pymes que adoptan la economía circular están mejor preparadas para cumplir con estas regulaciones.
- Mejora de la imagen de marca: las prácticas de la economía circular pueden mejorar la reputación de la pyme. Un compromiso sincero con las prácticas sostenibles genera una buena imagen ante los consumidores. Es una buena forma de diferenciarse de la competencia.
- Innovación en procesos y productos: adaptar la pyme a la economía circular fomenta la innovación en términos de diseño de productos, procesos de producción y modelos de negocio. Esto ayuda a la pyme a destacarse en su sector, ofreciendo productos y servicios únicos y más respetuosos con el ecosistema.
- Resiliencia empresarial: La economía circular fomenta la diversificación de las fuentes de materiales y la reducción de la dependencia de recursos escasos o volátiles. Esto puede aumentar la resiliencia empresarial al mitigar los riesgos asociados con la disponibilidad y los precios fluctuantes de las materias primas.
