Factoring y confirming ¿Cómo ayudan en la financiación de la pyme?
El factoring y el confirming son dos mecanismos por los que las empresas pueden acceder de una forma sencilla a una financiación a corto plazo.
Editado 15-01-2024 10:58
¿Has tenido problemas de liquidez en tu pyme alguna vez? ¿Te has quedado sin efectivo para afrontar pagos en alguna ocasión? Para poder prevenir situaciones de escasez de efectivo, hay una métrica financiera muy útil para la empresa: el burn rate o, en español, tasa de consumo efectivo. ¿Qué es el burn rate? ¿Para qué sirve? ¿Cómo podemos calcular este KPI?
El término burn rate es muy utilizado en el mundillo de las startups, pero es aplicable y cada vez más usado para todo tipo de empresas, independientemente del tamaño. Es una métrica usada especialmente para las primeras fases del desarrollo de una empresa y que, como veremos, aporta una visión detallada de sus flujos monetarios y les permite realizar una planificación más detallada y eficaz.
El burn rate es la tasa a la cual una empresa consume sus reservas de efectivo en un tiempo determinado. Es, en suma, la velocidad con la que una compañía está “quemando” sus recursos financieros.
Estos recursos financieros incluyen el efectivo, las inversiones líquidas y cualquier activo fácilmente convertible en dinero en efectivo.
El burn rate se suele expresar en términos mensuales, aunque puede emplearse otro lapso temporal según las características o necesidades de nuestra pyme. El valor del burn rate nos permite calcular cuánto tiempo puede la empresa realizar su actividad siendo rentable.
Los tipos de burn rate más comunes son el burn rate bruto o el burn rate neto, según si consideramos o no los ingresos de la pyme.
El burn rate se puede calcular de la siguiente manera, una vez que reunamos toda la información financiera relevante:
Burn rate bruto= Gastos totales. Con sumar los gastos del periodo que queramos medir, obtendríamos esta métrica.
Burn rate neto= Burn rate bruto – ingresos en el periodo considerado.
El burn rate puede calcularse viendo la caja al inicio del periodo considerado y restando el importe de la caja al final del periodo. Al final, esto nos indica cuánto efectivo está usando nuestra pyme durante el periodo específico.
El burn rate nos aporta una fotografía de la salud financiera de nuestra pyme. En pocas palabras, un burn rate neto positivo significa que la empresa gasta más de lo que generan sus ingresos. Por el contrario, un valor negativo del burn rate indica que genera más ingresos que gastos.
Así, el burn rate nos permite aventurar el futuro inmediato de una empresa y si su ritmo de gasto es sostenible. Una elevada tasa de burn rate puede significar que se está consumiendo la liquidez de forma demasiada rápida. Bien es cierto que, en las primeras etapas de desarrollo de una empresa es habitual tener flujos de caja negativos (que los gastos superen a los ingresos). En principio, no debería ser alarmante, pero sí hacernos ver una posible necesidad de financiacióne externa.
En cualquier caso, dependiendo de la empresa, un burn rate negativo puede ser aceptable y llevar varios meses hasta volverlo positivo.
De cualquier modo, la gestión del burn rate es básica para la supervivencia de nuestra pyme. Este KPI puede ayudarnos con la información que aporta en varios frentes:
El factoring y el confirming son dos mecanismos por los que las empresas pueden acceder de una forma sencilla a una financiación a corto plazo.
La forma jurídica afectará a los costes, al régimen fiscal y a las ayudas