Bienestar personal: estrategias de autoprotección para pequeñas empresas
Incorpora medidas de autocuidado a tus rutinas diarias, te ayudará a sentirte mejor
Editado 24-07-2024 11:08
Se asume que, cuando abandonamos la oficina el día en el que empezamos las vacaciones, automáticamente, desconectamos del entorno laboral y, desde el minuto uno, comenzamos a disfrutar de la desconexión en el merecido descanso. Y habrá casos en los que esto será cierto, pero… ¿quién no se ha ido alguna vez preocupado por el devenir de un proyecto? O ¿quién no tiene un grupo de Whatsapp en el que están sus compañeros de oficina y sigue metido, de alguna manera, en la vorágine del día a día?
- 1. Aumento de la productividad y el rendimiento
Las vacaciones sirven para que tu mente se regenere y los factores de estrés y presión desciendan, lo que hace que, sin apenas darte cuenta tu estado de ánimo vaya siendo más positivo, bloqueando los pensamientos negativos.
Esto que parece tan trivial y tan obvio es lo que hace que, cuando vuelves a la oficina tras tus vacaciones, te sientas con esa sensación de “libreta en blanco”, de volver a empezar. No es baladí que, en septiembre, nos sintamos casi como si empezásemos “el curso” aunque ya hace años que dejamos de estudiar. Es el parón típico de agosto el que desencadena todo este proceso.
Y con esta sensación de “nuevo curso”, ¿no es verdad que parece que la presión que dejamos en julio, se quedó en ese mes? Volvemos revitalizados, quizá hasta con una nueva visión de las cosas y eso ayuda a que te enfrentes a tu trabajo de una manera más productiva, rindiendo más. Cuando te quitas la piedra del cansancio y el estrés, tu mente funciona mejor, más rápida y eso hace que los resultados de tu trabajo, sean mejores.
- 2. Aumento de la proactividad
A colación del punto anterior, surge el aumento de la proactividad. Es inevitable que, tras un tiempo fuera de tu puesto, cuando llegues, veas las cosas de otra manera. Has salido de tu rutina. Has limpiado tu mente de experiencias negativas.
Será esta nueva visión la que, inevitablemente, te lleve a ser más proactivo. ¿Por qué? Pues porque salir de tu rutina te permite salir de tu foco concreto y ver la foto completa de las situaciones. A veces es el día a día el que se come la proactividad de la gente.
Tomando esta distancia que te dan las vacaciones, a tu vuelta, comprobarás que detectas un gran número de vínculos, sinergias y formas más productivas de desarrollar las tareas, que sin estos días de descanso e inmerso en tu rutina, ni siquiera hubieras intuido.
- 3. Evitar enfermedades derivadas del estrés
Por último, a las empresas les sale más caro un empleado estresado, que un empleado de vacaciones. Un gran número de visitas médicas y de bajas de los empleados se deben a enfermedades derivadas del estrés.
Y es que los especialistas igualan el hecho de no tener vacaciones, a no dormir. La regeneración que vive tu mente en esos días de descanso es completamente necesaria para tu salud psicológica. Unas vacaciones tomadas a tiempo pueden cambiar estados de ánimo irritables o depresivos por otros más tranquilos y relajados. Dejar la rutina atrás permite a tu mente eliminar presiones, pensamientos negativos y, en general, dan una sensación de libertad que te da vida y te aleja del estrés y todo lo que desencadena.
El equipo de la Comunidad te desea las mejores vacaciones y sobre todo: ¡Desconecta! ¡Te lo has ganado!
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