Editado 30-10-2014 7:25
Editado 30-10-2014 7:25
La cuarta temporada, de solo seis capítulos, llega a Fox el 2 de noviembre (a las 00.00 en el dial 10 de Movistar TV)
La trayectoria de 'The Killing' ha sido la historia de dos luchas: la que ha mantenido contra sí misma por demostrar que era algo más que el remake de la excelente Forbrydelsen y la que ha mantenido durante tres años contra esos (ex)seguidores que le dieron de lado por el final en falso de la primera temporada. Los que se quedaron para disfrutar con ella y los que lo hicieron por el puro placer del hate-watching fueron testigos además, de cómo 'The Killing' desafiaba a su propio título y se labraba una fama de inmortal tras dos cancelaciones y sus dos consiguientes resurrecciones.
Los primeros además tuvieron la suerte de convertirse en los cómplices del viaje emocional de Linden y Holder, dos protagonistas que justifican con creces por qué 'The Killing' no se merecía pasar a la historia ocupando un nicho en el cementerio de series canceladas. Siempre han sido el corazón de la serie y todavía más en la cuarta temporada que estrena Fox el próximo 2 de noviembre.
'The Killing' debutó batiéndose contra los recelos que suponía ser el remake de una serie danesa que demostró que fuera de la hegemonía cegadora de la ficción de EE UU y Reino Unido también hay mucha calidad seriéfila. Sarah Lund se convirtió en un gran personaje (más allá de la etiqueta de 'femenino' y sus inconfundibles jerseys de lana) y tras ella tuvieron su cuota de merecido reconocimiento 'Borgen', un drama político imprescindible, y 'Bron/Broen', otra serie policial con un dúo protagonista inolvidable.
Meses después hubo otro milagro y Netflix, que quería aprovechar que Mireille Enos y Joel Kinnaman empezaban a despuntar en el cine, se hizo con las riendas de la cuarta temporada. Los seis capítulos que llegan el domingo a a Fox vuelven a tener un caso criminal salpicado de pistas falsas y giros de guión, un estilo al que 'The Killing' se ha mantenido fiel a pesar de las críticas, pero sobro todo la magnífica química que generan los caracteres autodestructivos de Linden y Holder. 'The Killing' no es una serie perfecta, pero solo por ellos el viaje a ese Seattle deprimente y lluvioso merece la pena.
Post publicado originalmente en el blog 'Seriéfilos' de eldiario.es