13 tips para hacer un éxito de tu empresa

Cristina_Movistar
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La vida de las empresas cada vez es más compleja y menos longeva. Esta es una realidad a la que todos los negocios se enfrentan fruto del desarrollo tecnológico en el que estamos sumergidos: incertidumbre en la economía, guerra de precios y competencia desmedida.

 

Todo esta combinación de factores obliga a las empresas a reinventarse continuamente, o  por el contrario, languidecer para siempre. Ser gacela y llegar a centenaria es una tarea realmente difícil, pues la esperanza de vida de las empresas españolas se ha reducido a los 10,3 años, que no es poco, si se tiene en cuenta la gran rotación que existe en sectores como la hostelería y el comercio tradicional, por ejemplo. Pero, este dato sube hasta los 12,5 años para las empresas europeas.

 

 

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Etapas de desarrollo de una empresa

 

Ante este escenario, el éxito empieza por minimizar errores y en este sentido, debemos tener en cuenta todas las etapas de desarrollo de una empresa para intentar tomar decisiones sólidas que impulsen el negocio:

 

1- Elección de los socios

 

Si estamos pensando en asociarnos con otra persona, ésta es la decisión más importante y clave a tener en cuenta. La forma de pensar, de negociar con proveedores, de relacionarse con los demás, de gestionar equipos, de manejar los estados financieros... acompañará cada decisión que tomen durante toda la vida de la empresa. Esta elección es como un matrimonio, si se elige bien, su empresa será efectiva y rentable, si por el contrario, se equivoca en su decisión, el divorcio será más inminente.

 

2- Deficiente análisis de mercado

 

Las prisas no son buenas consejeras y más cuándo se va a iniciar un negocio. Hacer un deficiente análisis de mercado puede traernos muchos inconvenientes a medio plazo.  No tener en cuenta la competencia, la localización del local, si hubiera, las fortalezas que vamos a presentar o las debilidades que tendremos que asumir nos llevarán a un rendimiento muy limitado. 

 

La realización de un primer análisis que revele cuál es el público objetivo de un producto o servicio, lo que busca y qué está haciendo la competencia, son conocimientos vitales y básicos para darle una dirección y un factor diferenciador a una empresa.

 

3- Visión/misión empresarial no explícita

 

La lógica ilusión de sus promotores lleva a diseñar planes de futuro que contemplan una interesante expansión del negocio durante un tiempo indefinido, dónde nadie se plantea, faltaría más, pensar en crisis económicas, dificultades para obtener financiación o en ventas por debajo de lo previsto. Ni mucho menos en echar el cierre, dado el caso, ya que estamos hablando del nacimiento de la empresa. Saber a dónde queremos ir y quiénes somos es vital para poder navegar en las corrientes empresariales, proponiendo acciones con un plan concreto de cómo, cuándo y con qué objetivo deben llevarse a cabo para alcanzar la correcta dirección.

 

4- Falta de asesoría legal y jurídica

 

Comenzar un negocio sin un claro asesoramiento jurídico es como plantearte un viaje en un coche en mal estado, en el que en cualquier momento se hace necesaria parar la marcha por la necesidad de tener que llevar el coche al taller. Conocer el marco jurídico y las leyes que afectan tanto a nuestro sector, como a nuestro negocio y productos/servicios, así como las leyes generales de aplicación a todas las empresas y clientes, nos hace avanzar más eficazmente invirtiendo los recursos y las energías en la dirección adecuada.

 

5- Carencia de un Plan de Marketing

 

Una empresa sin un plan de Marketing es un como un barco sin rumbo.

Tradicionalmente, se hablaba de las 4 P´s: Product; Place (ubicación, distribución, o plaza en algunos manuales); Precio; Promoción (comunicación o promoción en algunos manuales). Hoy se añaden las siguientes otras 4 P´s: People (personas); Physical Evidence (presentación, aspecto físico o evidencia física); Process (el proceso) y Partners (Alianzas estratégicas). 

 

6- Búsqueda inadecuada de financiación

 

Si las prisas son malas consejeras, en materia de financiación, lo son todavía más. Buscar financiación en un muy corto plazo puede ocasionarnos pagar más intereses o encontrar unas condiciones financieras no competitivas. 

 

Tener un plan de financiación, así como llevar una correcta administración, nos hará compensar mejor las partidas así como estar prevenidos frente al pago de impuestos u otras obligaciones que pueden surgir en el día a día. 

 

7- Plan financiero inconsistente o inexistente

 

Muchos pequeños empresarios le temen a la financiación externa para su negocio, pero lo que está demostrado es que un endeudamiento responsable es clave para hacer crecer una empresa. Y para que esto sea así, es necesario contar con un plan financiero, es decir, ofrecer claridad a las áreas que necesitan inversión, junto con las cantidades que se requieren para dichas tareas, así como las actividades que nos generarán gasto o desinversión, teniendo siempre presente nuestras responsabilidades legales y fiscales, para una correcto funcionamiento y consolidación de la empresa, pues sino, el negocio tarde o temprano tendrá problemas para poder crecer.

 

8- Falta de digitalización

 

La tecnología está cada vez más presente en nuestra vida y en la de nuestros clientes. Ya no es suficiente con tener un producto acorde con lo que demanda el cliente, sino que hay que considerar la complejidad de procesos u operaciones empresariales, buscando la máxima eficiencia de las mismas, para cumplir con la propuesta de valor de la empresa, en forma y tiempo, pues con una optimización de los procesos se consigue una ventaja competitiva real y esto sólo es posible mediante la digitalización.

 

Conocer el grado de digitalización de nuestra empresa y las posibles mejoras a realizar son clave para el desarrollo del negocio, y no sólo como una actividad puntual, sino que debe de ser parte de la esencia de la empresa para poder adaptarse a la rápida evolución de los mercados. Aquí tienes un test como chequeo inicial. 

 

9- Rudimentaria presencia en internet

 

Tener una tienda no es suficiente, el cliente ha cambiado mucho su comportamiento y su decisión de compra se basa en la información que del producto pueda obtener por medio de internet, junto con las referencias de otras personas que ya lo hayan comprado y lo estén usando. Estos contenidos continuamente están cambiando, lo que exige estar permanentemente pendiente de nuestra presencia en Internet

 

Contar con una presencia digital a través de redes sociales o una página web propia ayuda a que sus productos o servicios lleguen a más personas, así como a mantenerse en contacto frecuente con los clientes para recibir comentarios y retroalimentación, a la vez, que aumenta el alcance de clientes a los que llegamos, el volumen de ingresos y la satisfacción del cliente. 

 

10- Desposicionamiento respecto a la competencia

 

El precio debe ir acorde con la calidad del producto y no salirse de los parámetros de la competencia si no aporta nada novedoso que justifique un coste inflado. Un análisis de precios nos da un posicionamiento claro de nuestro producto, así como una política de precios planificada, donde se deben tener en cuenta los costes, descuentos rappels, ofertas y todo lo que afecte al precio final.

 

11- No medir los resultados

 

Partiendo de la base de que lo que no se mide no se puede mejorar, se hace necesario  medir, cuantificar para obtener las pautas para definir la dirección que debe tomar la empresa y en función de los resultados, poder tomar decisiones de importancia.

 

12- No atracción del talento

 

Lo que aporta valor a las organizaciones son las personas, pues aportan un gran valor estratégico ya que, si tenemos empleados motivados y en consonancia con la misión, visión y valores de nuestra organización, serán creadores de valor para nuestra empresa y se esforzarán para que la experiencia de nuestros clientes sea satisfactoria.

 

Si contratamos a personas que no encajan con la visión de la empresa, el negocio terminará por estancarse y perdiendo dinero debido a la constante rotación de personal. Invertir en la atracción y retención del talento adecuado es clave para la superviviencia de la empresa y para mejorar la eficiencia y el clima laboral de la misma.

 

13- Seleccionar muy bien nuestra relación con terceros

 

Cuando nos relacionamos con terceros, ya sean proveedores o partners, debemos asegurarnos que cumplen con las normativas y que no nos dejarán abandonados. Nuestra imagen de marca y nuestros productos están en juego y todo tiene que estar muy bien organizado y contractualmente redactado. 

 

Por ejemplo, realizar una inversión en una campaña adecuada ayuda a incrementar la presencia de la marca y conseguir nuevos clientes, por lo que definitivamente vale la pena acudir con una agencia o experto en la materia para diseñar una estrategia a la medida, pero siempre considerando que la agencia está ayudando, y que la visión que debe prevalecer es la de la empresa.

 

Como conclusión cabe decir que el mundo que rodea a la empresa es cambiante, no se nota en el día a día pero existe si se analizan períodos de tiempo más largos. Para sobrevivir a la media vital es obvio que debe estar atenta a los retos que constantemente se presentan. Y solventarlos, claro está.