Informe del sábado día 27:
Se presentó un técnico, tal como estaba previsto. Miró, buscó, comprobó, cambió el decodificador, volvió a probar, verificó, contactó telefónicamente con otro técnico de Movistar para controlar en remoto la situación, miró la configuración, hizo comprobaciones con router y vídeo-bridge,....... para acabar volviendo a cambiar el decodificador, dejando el que había desde un principio. Me comunicó que Movistar había hecho cambios internos para resolver el problema, y que ya todo debería funcionar correctamente. En aquel momento, comprobándolo, fue así: las grabaciones se veían bien.
Tras todo este maremágnum de operaciones, se suponía que por fin podríamos alzar la bandera de la victoria: habíamos ganado la batalla a los misteriosos engendros deformantes de imagen y sonido que impunemente campaban a sus anchas por mi espacio televisivo... Qué bien, ¿verdad? Por fin podría disfrutar de una noche de relajación viendo alguna de mis películas favoritas grabadas...
¿Fue así? A las 21:45h, aproximadamente, inicié mi periplo. Los 15 primeros minutos, todo perfecto, parecía que el deleite televisivo había vuelto a la normalidad, pero a partir de ahí, todo cambió, volvió el brusco y delirante torbellino en las proyecciones: el halo de la normalidad se disolvió como un azucarillo en medio del Océano Pacífico. Una y otra, y otra, y otra, y otra vez, explotó la tiranía de los incontrolables y maleducados duendecillos: ni forma de ver nada con un mínimo de ortodoxia; todo desdibujado, pixelado hasta límites intolerables y sonido infame con cambios de registro también intolerables.
Vuelvo a subir dos pequeños ejemplos; grabaciones de 1 minuto hechas con mi móvil, donde puede verse y oírse (es un decir, claro) lo que yo vi anoche.
He recibido un SMS de Movistar; el próximo miércoles vendrá otro técnico a [se supone] intentar poner punto final a esta serie de despropósitos. Ironías aparte, ojalá lo consiga... empiezo a cuestionarme mi fidelidad a Movistar.
Gracias,