El presidente indica la necesidad de ganar eficiencia tal y como anunció en su primera junta general.
Marc Murtra está definiendo poco a poco las nuevas palancas estratégicas de Telefónica, algunas de las cuales son similares a las de su predecesor, José María Álvarez‑Pallete. Según indican fuentes financieras, el nuevo presidente de la operadora de telecomunicaciones está analizando un ajuste de personal de entre 4.000 y 5.000 personas para reducir los costes de estructura del grupo y mejorar la eficiencia, tal y como anunció en su primera junta general de accionistas. Según estas fuentes, Murtra quiere poner en práctica un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) similar a los que aplicó Álvarez‑Pallete durante sus ocho años de mandato y que fueron iniciados por César Alierta tras la crisis financiera mundial de 2008. De hecho, en la última década, Telefónica, principalmente en España, ha reducido su plantilla en cerca de 20.000 personas mediante la ejecución de planes de bajas incentivadas. Una fórmula conocida como Plan de Suspensión Individual (PSI), que ofrecía la salida voluntaria a los empleados a partir de los 55 años de edad y que acumulaban 15 años de antigüedad en la compañía. El último ajuste masivo ejecutado en Telefónica tuvo lugar en los primeros meses de 2024. Fue en forma de ERE por un máximo de 5.000 personas, que finalmente se limitó a 3.421 empleados. Con ello, la operadora aseguró que ahorraría unos 285 millones anuales. Esa oleada de salidas afectó a los trabajadores nacidos en 1968, los cuales recibieron el 60% del salario regulador hasta los 63 años y un 38% hasta los 65 años. Los nacidos en 1967, 1966, 1965 o 1964 percibieron un 62% del sueldo hasta los 63 años y un 34% hasta los 65, con una prima por voluntariedad de 10.000 euros. Finalmente, los nacidos en 1963 o anteriores percibirán un 52% del salario hasta los 63 años y un 34% hasta los 65 años, también con una prima por voluntariedad de 10.000 euros.
Para facilitar la salida de estos 3.421 empleados, Telefónica dotó una provisión de 1.300 millones de euros, que esperaba ir revirtiendo vía ahorro de costes a partir de 2025. Fue el cuarto PSI aplicado por Álvarez‑Pallete, ya que en 2022 puso en marcha otro que afectó a casi 3.000 personas a partir de los 55 años, con un coste para la empresa de 1.500 millones. En 2019, recortó la masa salarial en 2.636 personas, con 53 años o más, y en 2016, el primero de su etapa, hizo otro para 3.600. No obstante, el ajuste más grande lo ejecutó César Alierta entre 2011 y 2012, con la salida de 6.800 trabajadores y un coste para la compañía de 2.700 millones de euros. La diferencia con los anteriores planes es que el que proyecta Murtra está siendo consensuado con el Gobierno, dueño del 10% de Telefónica, desde que el pasado año la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) entrase en el capital de la operadora. El Ejecutivo de Pedro Sánchez siempre se ha opuesto a estos grandes ajustes de personal, si bien es cierto que dio por bueno el ejecutado en CaixaBank tras la absorción de Bankia por 6.500 millones, siendo el Estado el segundo accionista del banco integrado. Al contrario que en un ERE tradicional, en el que el empleado se desvincula de la empresa, con este plan laboral el trabajador mantiene la antigüedad y los beneficios sociales, entre los que figura el seguro médico. Al mismo tiempo, Telefónica se hace cargo de las cotizaciones de las personas afectadas de cara a sus futuras pensiones, evitándose así cargas para el Estado. Además de esta reducción de plantilla, Murtra quiere hacer un guiño a los grandes accionistas para que el plan de eficiencia no recaiga solo en la plantilla. El presidente está valorando aplicar una disminución de las remuneraciones del consejo de administración. Así lo deslizó en la pasada junta general, en la que aseguró que analizaría las sugerencias de los inversores sobre lo que cobran los gestores de Telefónica.
El nuevo presidente de Telefónica, que antes del verano quiere presentar lo que ha denominado "reflexión estratégica", ha adelantado que "operaremos bajo excelencia tecnológica y operativa. Haremos de la eficiencia y la eficacia una ventaja competitiva. Para todo esto serán clave las personas. Ustedes, nuestros accionistas, esperan que logremos mejoras tangibles en nuestro desempeño financiero y que lo hagamos con rapidez". Todo ello bajo "una disciplina financiera de hierro". El próximo 14 de mayo, Murtra presentará los primeros resultados propios desde que es presidente. Y lo hará sin el director de Relaciones con Inversores, ya que la semana pasada decidió destituirlo por las desavenencias en el plan para reactivar la cotización. La marcha de Adrián Zunzunegui se produjo tras una discusión en la Comisión Delegada, el órgano que se reúne todas las semanas para analizar la marcha de la compañía. Ahora, Telefónica se presentará ante los analistas y los bancos de inversión sin un responsable en la materia al frente.