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Job Sharing: trabajo compartido para los empleados de la pyme

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Juan_Estebanez
Editor_Telefonica Empresas
03-07-2023

El mundo de los negocios está viviendo una acelerada y continua transformación. Los avances tecnológicos con la irrupción de nuevas y disruptivas soluciones como el Big Data5G cloud computing, entre otras muchas, han alumbrado un nuevo paradigma que algunos han calificado como Cuarta Revolución Industrial. El futuro del trabajo también se ve afectado. Así, dentro del mundo laboral aparecen nuevas tendencias, como el Job Sharing. ¿En qué consiste esta modalidad laboral? 

 

El impacto de la tecnología también ha alcanzado y transformado la gestión empresarial. Por supuesto, estas novedosas formas de gestión también suponen un cambio en la organización laboral.

 

También surgen nuevas generaciones de trabajadores que demandan un marco distinto en las relaciones laborales. Del mismo modo que irrupciones tecnológicas como la inteligencia artificial propician nuevos puestos de trabajo inimaginable hace pocos años, también asistimos a nuevas formas de organizar la gestión del personal dentro de las empresas.

 

Las empresas, además de incorporar las últimas tecnologías, cada vez adoptan más culturas laborales que primen el bienestar de los empleados. Uno de los aspectos más valorados por los empleados en un trabajo es la flexibilidad laboral. El Job Sharing va en este sentido. Veamos en qué consiste. 

 

 

¿Qué es el Job Sharing? 

 

El Job Sharing o trabajo compartido consiste en compartir un mismo puesto de trabajo entre dos o más personas. Es una modalidad de trabajo por las que las tareas y el tiempo de trabajo de un solo puesto se dividen entre varias personas, generalmente dos. Eso sí, el sueldo también se divide o, en cualquier caso, se reduce. 

 

El Job Sharing, más extendido en algunos países europeos como Reino Unido, Alemania o Suiza, implica una buena sintonía, comunicación y coordinación entre los trabajadores que comparten puesto y funciones. Los empleados comparten el mismo puesto, trabajando en diferentes días, horarios o incluso en función de diferentes áreas o proyectos. Pueden alternarse semanalmente, mensualmente o de acuerdo a cualquier otro tipo de acuerdo establecido. 

 

Las responsabilidades también pueden ser compartidas, pero en ocasiones están divididas. Esto último sucede cuando cada uno se hace cargo de proyectos o tareas distintas, aunque compartan puesto. 

 

El Job Sharing para el trabajador 

 

El Job Sharing supone una buena opción para aquellos empleados que busquen una conciliación entre su vida laboral y la privada o para los que opten por un empleo parcial por distintas razones, como la de estar ocupado en otra actividad. Este trabajo compartido aporta una flexibilidad horaria muy interesante que favorece la conciliación laboral. 

 

La modalidad de empleo compartido también sirve de aprendizaje para el trabajo en equipo. Al realizar las tareas junto a otra persona, se prima la colaboración, lo que favorece la capacidad de aprendizaje gracias a la búsqueda de soluciones conjunta. 

 

La principal desventaja está en la remuneración. Obviamente, optar por una solución de Job Sharing implica una reducción en salario y cotizaciones, por lo que el trabajo compartido, que necesariamente es un trabajo a tiempo parcial, es una posibilidad que no será del agrado de la mayor parte de los trabajadores. 

 

Además, el Job Sharing no es una modalidad indicada para todo tipo de personas: requiere una adecuada planificación, coordinación y buena comunicación entre los empleados que comparten el puesto, por lo que no es una opción válida para empleados poco colaborativos. 

 

El Job Sharing en la pyme 

 

El Job Sharing surge dentro de los múltiples cambios que se están produciendo en las empresas: la vertiginosa adopción de nuevas tecnologías, la feroz competencia de organizaciones de todas partes del mundo, las crisis económicas y los cambios en los patrones de consumo. La necesidad de adaptación hace que las organizaciones tengan que recurrir a distintos modelos laborales para poder sobrevivir en un entorno difícil.

 

Así, el Job Sharing puede ser una opción beneficiosa para las pequeñas y medianas empresas, lo mismo que para las grandes corporaciones. Especialmente en lo relativo a la flexibilidad laboral, donde esta modalidad permite a la pyme adaptarse a las necesidades cambiantes del negocio y poder ser competitiva. El trabajo compartido facilita cubrir ausencias por vacaciones y bajas de todo tipo sin la necesidad de contratar personal adicional al que habría que formar. 

 

Además, hay otro tipo de ventajas que el Job Sharing pueden facilitar a la pyme: 

 

  • Retención de talento: la opción del trabajo compartido puede ser atractiva para retener empleados talentosos que quieran equilibrar su vida personal y familiar. En general, que la pyme cuente con diversas modalidades laborales para ofrecer a sus trabajadores, será positivo para captar y retener a los empleados con altas capacitaciones.  

 

  • Integración de la diversidad y de visiones diferentes: contar con dos personas distintas para el mismo puesto puede enriquecer el trabajo al poder aportar visiones diferentes. Eso sí, la colaboración y la confianza deben ser lo más amplias posibles, para poder coordinarse y sacar las tareas adelante.  

  

  • Minoración de costes: el empleo compartido puede ayudar a reducir los costes laborales en la pyme al dividir salarios y responsabilidades. En todo caso, en buena parte dependerá de la legislación laboral en donde se aplique.  

 

¿Cuándo debe una pyme ofrecer la modalidad de Job Sharing a sus empleados? 

 

Hemos visto las ventajas y algunas de las desventajas de adoptar la modalidad del trabajo compartido en una organización. Pero ¿es una opción válida en cualquier momento? ¿En qué situaciones concretas podría ser adecuado implementar el Job Sharing en la pyme? 

 

  • Cambios en las necesidades laborales: la necesidad de continua adaptación que afrontan las empresas es una de las principales razones por las que debe adoptarse el Job Sharing. Como apuntábamos antes, las pymes están obligadas a competir y a transformase día a día: cambios en la carga de trabajo, proyectos concretos que surjan o picos de actividad estacionales son incentivos para adoptar el trabajo compartido.  

 

  • Demanda de flexibilidad laboral: la flexibilidad horaria es una necesidad cada vez más expresada por una nueva generación de trabajadores. Si los empleados quieren tener horarios de trabajo flexibles para equilibrar vida cotidiana, el Job Sharing puede ser una gran opción que ofrezca la pyme. 

 

  • Captación de talento y de diversas habilidades: como apuntábamos antes, la modalidad de trabajo compartido puede resultar atractiva para captar y retener el talento en la pyme. Además, para ciertas labores que precisen de una combinación de habilidades, el Job Sharing facilita dicha combinación, al compartir dos empleados sus skills complementarias.  
Actualizado 03-07-2023
Versión 1.0
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