¿Qué es la Web3? ¿Qué implicaciones tiene para las pymes?

Juan_Estebanez
Editor_Telefonica Empresas
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La Web3 supone una nueva evolución en Internet que busca descentralizar la web y empoderar a los usuarios. Web3 se basa en la tecnología blockchain y emplea otras nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y la realidad virtual. Las empresas que comprendan y sepan aprovechar la Web3 podrán obtener ventajas competitivas en este nuevo paradigma. 

 

Las nuevas tecnologías no paran de multiplicarse, crecer y mejorar sus prestaciones. En la actual revolución digital, Internet destaca como una de sus herramientas más sobresalientes. Internet se encuentra en constante evolución y, más allá de los continuos cambios en sitios web, el código sobre el que se construye la red varía constantemente. La Web3 representa lo que está por venir y el propio futuro de Internet. 

 

¿Qué es la Web3? 

 

La Web 3 representa la tercera generación de Internet. Web3 es un término acuñado por el informático Gavin Wood y alumbra una nueva Internet descentralizada basada en cadenas de bloques (blockchain) y que supondrá un control comunitario de la red. 

 

La Web3 significaría la irrupción de redes gestionadas por sus usuarios en vez del actual modelo centralizado en el que un reducido grupo de corporaciones controla Internet. 

La Web3 es apenas un esbozo del futuro de Internet. De hecho, es un concepto apenas conocido por el público. Una encuesta realizada en 2022 por Harvard Business Review, reveló que 7 de cada 10 de los más de 50.000 encuestados desconocían qué era Web3. 

 

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Características de la Web3 

 

Aunque la Web3 es todavía un futurible, sí podemos apuntar algunas de sus características que la definen. 

 

  • Descentralización: el punto clave de la Web3 es la ausencia de intermediarios, como las empresas tecnológicas y redes sociales. La tecnología permitirá a los usuarios adquirir un mayor control sobre sus datos y transacciones. 
  • Tecnología blockchain: la tecnología que permitirá esta descentralización es el blockchain, gracias a la creación de contratos inteligentes (smart contracts), activos digitales (digital assets) y tokens. 
  • Propiedad de datos del usuario: los usuarios tendrían más control sobre sus datos personales, a diferencia de la era de Web2, donde las plataformas tecnológicas controlan y venden esta información. 
  • Transacciones P2P: la descentralización permitirá transacciones directas (peer-to-peer) y el uso de criptomonedas para facilitar los pagos. 
  • Aplicaciones descentralizadas: son aplicaciones que funcionan sin un servidor central, favoreciendo un funcionamiento sin intermediarios. 

 

 

Evolución hacia la Web3 

 

Para llegar a la posibilidad de la Web3, tuvo que producirse primero el desarrollo de sus versiones anteriores, Web1 y Web 2. ¿En qué consisten? 

 

La Web1 es la primera versión de Internet, realizada a través de los “protocolos abiertos” en los años 90 y principios de 2000. El uso de Internet era muy básico: leer páginas web y chatear de forma sencilla. Luego las empresas empezaron a utilizar Internet de forma más avanzada, desarrollando el comercio electrónico. 

 

La Web2 surge con empresas como Facebook o Twitter, que permiten que los usuarios creen sus propios contenidos. Pese a esta apariencia de “democratización”, estas compañías se nutrían de los datos y actividad de estos usuarios, que vendían a los anunciantes. En este contexto es donde parece desarrollarse la Web3. 

 

Así, mientras en la Web2 el control de datos y contenidos está centralizado en las empresas tecnológicas, en la Web3 los usuarios tendrían el poder de controlar su propia información sin intermediarios. La tecnología de esta evolución de la red está diseñada para que las transacciones (de datos, información o dinero) se realice si se cumplen unos criterios determinados y se verifican los datos. Web3 podría suponer una revolución en la que cambiaría incluso el funcionamiento de las empresas que usan Internet. 

 

 

Web3 y Web 3.0 

 

Aunque la similitud de los nombres pueda hacer creer que Web3 y Web 3.0 son lo mismo, realmente se refieren a conceptos diferentes. La Web3, como apuntábamos, se basa en la tecnología blockchain para crear un Internet más descentralizado y con una mayor independencia y control del usuario.  

 

La Web 3.0, también conocida como “web semántica”, pretende hacer de Internet una herramienta más inteligente en el que las búsquedas online sean más precisas y las aplicaciones puedan comprender mejor el contexto de la información. 

 

Ambas “visiones” tienen objetivo y tecnologías diferentes y pueden coexistir a la vez en Internet. 

 

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Cómo pueden aprovechar las pymes la Web3 

 

La Web3 es un escenario que está por llegar, como decíamos. Su irrupción tendrá consecuencias notorias para las empresas.  Las implicaciones de la Web3 para las empresas, especialmente las pymes, son significativas. Entre ellas, se encuentran: 

 

  • Mayor control de los datos: la descentralización permitirá a las empresas poder controlar sus propios datos sin depender de terceros. Esto supone que las pymes podrán mejorar la privacidad de los datos de sus clientes y la seguridad de las transacciones. Así, la Web3 aumenta la transparencia, lo que favorece la confianza del cliente y fortalece su lealtad hacia la pyme. 

 

  • Reducción de costes: las pymes pueden reducir sus costes a través de la automatización de procesos, sobre todo. La eliminación de intermediarios disminuye los costos de transacción, favoreciendo la productividad. 

 

  • Mayor innovación: la tecnología blockchain y las aplicaciones descentralizadas suponen una oportunidad para crear soluciones únicas e innovadoras en el mercado. Por su menor tamaño y mayor agilidad, esto puede suponer a la pyme una oportunidad para ganar terreno a empresas más grandes. 

 

  • Nuevas oportunidades de negocio: esta posibilidad de innovación abre nuevas oportunidades de negocio, con posibles creaciones de productos y servicios novedosos. Nuevas soluciones digitales o la mejora de las actuales están entre las ventajas que pueden surgir con la Web3. También supone una mejora de la experiencia de cliente y la posibilidad de abrir nuevos mercados. 

 

Estos son algunos de los beneficios y oportunidades que pueden aprovechar las empresas y especialmente las pymes en la posible irrupción de la Web3. Sin embargo, la adopción de la Web3 también plantea algunos desafíos, especialmente en lo relativo a su regulación. Las empresas deberán cumplir las leyes que se planteen en lo relativo a criptomonedas y al desarrollo de la tecnología blockchain.