Transformación digital y cambios en nuestra forma de trabajar tras el Covid-19

EvaOvix_Telefonica Empresas
Moderador Senior Empresas
4.241 Visitas

Vivimos una etapa que marcará un antes y un después a todos los niveles, una crisis cuyas consecuencias todavía no somos capaces de medir por completo. Pero muchos de los cambios sociales, humanos y laborales son ya más que evidentes.  

 

En el ámbito laboral, por ejemplo, el Covid-19 ha acelerado la transformación digital más que ningún programa, seminario, o campaña de marketing. Para muchas empresas ha supuesto potenciar las herramientas digitales que ya usaban, para otras un cambio radical que han tenido que asumir de forma repentina y otras ni siquiera estaban preparadas.

 

Lo cierto es que ahora toca convivir con esta nueva realidad donde la digitalización de muchas compañías es ya incuestionable para sobrevivir. Una transformación digital que nos impone un cambio de cultura laboral, el manejo de herramientas colaborativas y sobre todo una evolución en la forma de trabajar.

 

 

 

transformación-covid.jpg

 

 

 

Digitalización y cambios en la forma de trabajar tras la crisis

 

 

  • Más teletrabajo: El trabajo en remoto se ha convertido en el principal protagonista de esta crisis, posibilitando a millones de personas continuar con su actividad. Lamentablemente muchas empresas no estaban preparadas para afrontarlo. Algunas organizaciones tuvieron una excesiva confianza en el método de trabajo “tradicional-presencial”, sin tener en cuenta que antes de esta crisis, el trabajo a distancia era ya una tendencia imparable, y ahora ya se ha convertido en un imperativo para la continuidad de gran parte de la actividad de un país.

 

  • Menos reuniones presenciales: Cada vez estamos más cerca de la vuelta a la normalidad, una normalidad que tendremos que reconstruir y transformar entre todos. En un futuro inmediato, las medidas preventivas harán que el regreso a las oficinas se haga tomando precauciones, y entre ellas estará reducir el número de reuniones físicas a las indispensables. Esto implica potenciar las plataformas de reuniones virtuales y trabajo colaborativo, utilizando herramientas como Teams, Webex, etc.

 

  • Pierden peso los espacios físicos, ganan los virtuales: Consecuencia del trabajo en remoto y la movilidad, los espacios físicos cada vez serán menos relevantes. Una de las máximas de la transformación digital es que “tu trabajo no es un lugar, es un momento”. Y así es, la mentalidad digital no basa la actividad en la presencia física del trabajador en la oficina. Si alguien todavía tenía dudas sobre ello, el covid-19 las ha despejado por completo.

 

  • Mayor confianza en el empleado: Es uno de los puntos importantes de la transformación digital, y otra de las enseñanzas que nos está dejando esta crisis. El empleado cada vez dependerá menos de una supervisión directa, será más autónomo y su trabajo no se medirá por las horas que pase en una oficina, sino que se valorará en base a los resultados obtenidos.

 

  • Estructuras jerárquicas más ligeras: Es consecuencia del punto anterior. La transformación digital es fundamentalmente un cambio de mentalidad y de cultura laboral que también se refleja en la estructura de la empresa. Las compañías realmente digitales son más ágiles, eficientes y dinámicas, tienen una estructura menos rígida. El puesto de jefe intermedio cuya función se limita al control y la vigilancia, irá quedando vacío de contenido en favor de la tarea de coordinación de objetivos. La cultura digital se basa sobre todo en la confianza, el conocimiento compartido y la inteligencia colectiva.

 

  • Incremento en el uso de herramientas digitales: La soluciones, servicios y plataformas tecnológicas son un punto esencial para la transformación digital. A veces se entiende equivocadamente que son necesarias complejas herramientas, pero no es así. Hoy día podemos encontrar en el mercado desde sofisticadas soluciones tecnológicas hasta sencillos servicios de pago por uso (e incluso gratuitos), para mantener reuniones online, compartir archivos, trabajar en remoto o facilitar el trabajo colaborativo. Está claro que un pequeño negocio, una pyme y una gran corporación no tienen las mismas necesidades, por ello cada organización debe optar por la solución que mejor se adapte a su actividad.

 

 

Como vemos, el futuro aún está por escribirse, pero lo que es seguro es que las empresas deben adaptarse a la nueva situación.

 

Por ahora, en poco más de un mes, la digitalización ha pisado el acelerador y lo mejor que podemos hacer es aprovechar sus ventajas para salir reforzados de esta crisis.