Adios Movistar, adios.......
Con el vago deseo de que este texto llegue a un responsable.
Tal como suena, me voy..... después de muchos. Aun recuerdo mi primer teléfono móvil, un Motorola Flare (antiguo servicio moviline), un ladrillo de escasas 8 horas de autonomía el cual anda por casa, como recuerdo.
Después me cambie a Movistar, por el tema de cobertura. Y fueron pasando los años y servidor aumentando el número de líneas; hasta un total de cinco. Llamadas nacionales, internacionales, mensajes, etc… vamos!!! Lo habitual.
Siempre he permanecido con mi contrato 24 horas, pues el teléfono lo uso cuando yo quiero y no cuando dispone la Compañía. Que esto lleva un sobre coste, pues vale!!
El día 4 de enero, me voy a otra compañía. Y todo porque alguien no ha realizado su trabajo, así de simple.
El 4 de diciembre y tras abrir la factura (papel), me percate de un cobro de 42 euros más IVA que no tenía explicación, puesto en contacto con el 1004. La Srta. me dice que no es cierto pues eso no figura en su terminal. Al ver que su ignorancia era superada por el nerviosismo y calificativos varios que con un pésimo castellano me profería, opte por colgar.
No obstante, vía correo electrónico, me dirigí al Departamento de Atención al cliente, expresando mis dudas sobre la factura. Como respuesta solo recibí un mensaje de texto que rezaba así “ante la imposibilidad de contactar con Ud., llame al 1004”.
Espere pacientemente la llamada. Podía esperar sentado.
La única llamada recibida fue la de confirmar la portabilidad de mis líneas a la nueva compañía. Como le dije al operador que me atendió y no salía de su asombro al contarle los hechos, si no me quieren como cliente, me voy!!
Y no es una cuestión de ofrecer móviles o tarifas para quedarme, no!!!, no es eso. Se trata de haberme insinuado que era un embustero e ignorarme ante mi reclamación.
Me puede resarcir moralmente Movistar, creo que no. Tal gigante no se puede parar en los daños morales. Siendo así, no me queda más remedio que dañarlo económicamente.
Irme con mis números a otra compañía.
Perdón por el tocho escrito, pero es la necesidad de desahogarse.