Tras muchos meses en "modo supervivencia" debido al Covid-19, el panorama económico mundial presenta ciertos síntomas de mejora, pero para asegurar el futuro de tu negocio debes adaptar tu empresa a los nuevos tiempos, tanto durante como después de la pandemia. Repasamos algunas de las claves más importantes.
La digitalización, pieza clave del cambio
Según diversos estudios, 7 de cada 10 pymes en España no espera alcanzar la facturación previa a la crisis sanitaria del Covid-19 hasta finales del 2021. Además de las subvenciones y las ayudas esperadas, la mayor parte de los negocios asume que la transformación digital será una de las claves de su recuperación.
La mitad de las empresas encuestadas apuestan por la digitalización de sus negocios como una piedra angular en su nueva estrategia, tanto para adaptarse a la situación actual como de cara al futuro. El teletrabajo y la automatización también aparecen como las principales herramientas en esta línea de cambio, apostando por una mayor sostenibilidad y flexibilidad del trabajo.
Adaptarse o morir, tu empresa durante la pandemia
No vamos a decir nada de la presente crisis sanitaria y económica mundial que no se haya dicho ya, pero en lo relativo a la actividad empresarial ha llegado el punto de levantarse poco a poco y adaptar el trabajo a los tiempos que nos ha tocado vivir: repensar los procesos productivos, revisar estrategias de marketing y aprovechar las oportunidades que se presenten, son algunas de las claves que mantendrán a flote y poco a poco revitalizarán el negocio.
En algunos foros, se comienza a resumir este proceso como "las 4 R: Reconocimiento, Resiliencia, Reformulación y Readaptación.
Profundizamos un poco más y desarrollamos algunas de las claves de este cambio:
- Teletrabajo y flexibilidad: Aunque parezcan las palabras de moda, en realidad hablamos de las mayores evoluciones laborales y sociales del siglo XXI. No solo se trata de la realización del trabajo a distancia, sino de replantearse los modelos de producción, fomentando la digitalización y dotando a los empleados de una independencia que, bien administrada, ha supuesto un incremento de la productividad en la mayoría de empresas que han apostado por esta modalidad. Además, en estos momentos el teletrabajo hace que los posibles contagios entre compañeros sean inexistentes.
- Gestión ágil del negocio: Las pymes estaban acostumbradas, por lo general, a desarrollar una estrategia y unos objetivos de negocio planificados. En las circunstancias actuales, esto ya no es así y la agilidad a la hora de tomar decisiones se antoja capital. Adaptarse a los cambios, actuar sobre la marcha con inteligencia, aprovechar las oportunidades y ejecutar con la mayor brevedad.
- Mayor eficiencia y control económico: En una situación tan inestable, es fundamental tener un especial control del desarrollo del negocio para no incurrir en más gastos de los mínimos imprescindibles, con el fin de mantener nuestra actividad. El aprendizaje interno, la gestión del talento o la eficiencia de la producción son algunos puntos a tener en cuenta en nuestra supervisión.
- Aplicar estrategias de transformación: A estas alturas, hay que pasar página y mover ficha. No se puede permanecer en un estado de supervivencia, tratando de recuperar unas pérdidas difíciles de calcular. Lo más inteligente es generar y aplicar cambios estratégicos para adecuar nuestra actividad a la situación actual, comenzando por unos objetivos nítidos y alcanzables como punto de partida.
¡Hasta pronto!
