Noticia sobre la caída de telefónica

Pues es un proceso un poco lógico :

Movistar (clientes), la antigua telefónica (abonados) no quiere tener personal cualificado, no porque en si no quiera, sino porque hay que pagarles y en esta vida cuanto más cualificado está un trabajador más dificil es que  trabaje por un cuenco de arroz (no se si me entienden ustedes).

Por otra parte, la dirección de la compañia quiere ganar dinero, mucho dinero y esto es lógico y razonable. Lo que ya no es tan lógico y razonable es querer ganarlo rapidamente (cobrar bonus,...)  y sin importar el daño que se le pueda hacer a la compañia. Todo vale, se fichan directivos con sueldos millonarios cuya única misión es hacer de "lobbys" para influir en las decisiones de gobernantes y legisladores en favor de determinados intereses y por otra parte se descuidan los aspectos tecnologicos. Para mantenerse se hacen adquisiciones sin sentido, cuando se tienen los recursos para hacer eso mismo y mucho mejor (caso de tuenti) o se anda a ver si se pueden recoger las migajas, o no tan migajas, de otro (caso google).

Dicho lo cual, hoy en día, por lo menos aqui en España, me hace gracia que cuando las empresas ganan dinero y son competitivas hay que subirle el sueldo y las prestaciones a los directivos y bajarselo a los trabajadores. A los trabajadores se les paga menos para hacer la empresa competitiva y a los directivos se les paga más porque la empresa es competitiva.

Las empresas son como los seres vivos : nacen, crecen, se reproducen y mueren y si, las grandes empresas también se mueren. La diferencia entre unas y otras es que con el paso del tiempo unas van dejando descendencia, unas mejor y otras peor; unas despilfarraran los recursos y otras los irán invirtiendo para las nuevas generaciones, que al tener más recursos crecerán con más fuerza ( vamos, como la vida misma). Con el paso del tiempo nos acordaremos del dicho popular de "quien te ha visto y quien te ve"; una veces para bien y otras para mal.

Un saludo.

Pd.: Hay en youtube un video, de de una conferencia de César Alierta, en el Hotel Ercilla de Bilbao que no tiene desperdicio.