La usabilidad web es la cualidad que tienen que tener las páginas web para que cuando un usuario acceda a esa página sea capaz de encontrar la información que busca. El objetivo que se persigue con la usabilidad web es diseñar un sitio web de forma que sus usuarios puedan servirse de él, con el mínimo de estrés y maximizando la eficiencia del proceso.
Es completamente inaceptable que los usuarios entren en la web de una empresa en busca de una determinada información y no sean capaces de encontrarla. Por esto, el diseño de tu página web tiene que estar basado en las necesidades e intereses del usuario, haciendo especial énfasis en la usabilidad y comprensión del producto.
Las claves de un sitio web con una buena usabilidad son que, quien navegue por él, consiga:
- Entender la estructura de la web.
- Realizar con satisfacción aquello que venía a hacer.
Si se consiguen estos dos objetivos, descubrirás que principal beneficio de una web usable es la mejora que supone en los ratios de conversión de la página web (registros, compras, descargas).
A continuación de esta introducción a la usabilidad, te explicaremos los tres conceptos básicos de usabilidad web:
- Eficacia: Este concepto está relacionado con el número de errores que comete un usuario medio para conseguir un objetivo en la web. A una mejor eficacia, menor tasa de errores.
- Eficiencia: Esta característica se relaciona con el tiempo empleado por el usuario para conseguir el objetivo que buscaba en la web. A una mayor eficiencia, el usuario necesitará menos tiempos para lograr su meta.
- Satisfacción: Este es un factor subjetivo. Es algo que experimenta el usuario con la navegación, en función de si consigue realizar la actividad que iba a hacer en la web, o no. Con una mejor usabilidad se consigue una mayor satisfacción.
Por último, te presentamos los 10 principios heurísticos de usabilidad web que, en 1995, presentó Jakob Nielsen:
- 1. Visibilidad del estado del sistema: La web tiene que mantener al usuario siempre informado de lo que está ocurriendo, ofreciéndole una respuesta en el menor tiempo posible.
- 2. Relación entre el sistema y el mundo real: Tu página web tiene que utilizar el lenguaje del usuario, con expresiones y palabras que le resulten familiares.
- 3. Libertad y control por parte del usuario: Si el usuario ha elegido alguna opción de la web por error, tiene que disponer de una salida para salir del estado no deseado.
- 4. Consistencia y estándares: El lenguaje que utilices en tu página web tiene que ser coherente con las convenciones del sistema operativo.
- 5. Prevención de errores: Hay que ayudar al usuario a que no caiga en posibles errores.
- 6. Reconocer antes que recordar: El usuario no tendría que recordar la información que se le da en una parte del proceso, para seguir adelante.
- 7. Flexibilidad y eficiencia de uso: Existen aceleradores o atajos de teclado que pueden hacer la vida más fácil a usuarios expertos. Con esto consigues que tu web sea útil para usuarios desde básicos a avanzados.
- 8. Estética y diseño minimalista: Evita incluir en tu web información innecesaria que restará visibilidad de las partes verdaderamente importantes.
- 9. Ayudar a los usuarios a reconocer los errores: Los mensajes de error deben estar redactados con un lenguaje simple, que ofrezca alternativas para que el usuario pueda continuar realizando la tarea o recuperar lo último que hizo.
- 10. Ayuda y documentación: Idealmente, la web no debería necesitar de puntos de ayuda, pero de necesitarlos, deben ser fácilmente localizables y con información no muy extensa.
