El brainwalking es una variante del brainstorming en alza, que rompe conscientemente con un marco estrictamente establecido, como una reunión o un chat y se centra más en los participantes capturando ideas espontáneas en su trabajo diario. De este modo, la creatividad de los participantes se incentiva por medio de la colocación de notas y carteles en toda la oficina, en la que, los mismos pueden anotar sus propias ideas obteniéndose una completa colección de ideas.
Sin embargo, existe cierta confusión con respecto a otro concepto, como los paseos con compañeros de trabajo en los que se llevan a cabo tareas de pensamiento integrado y ejercicios de movimiento también llamados brainwalking y cuyo objetivo, es entrenar el cerebro para activar la creatividad para mejorar la memoria y la percepción, que estrictamente son más una técnica de aptitud mental que un método de lluvia de ideas, pero su integración a las sesiones de brainstorming tiene efectos beneficiosos en el pensamiento creativo.
Fortalezas: no está supeditado a una hora y un lugar, participación puede ser anónima, óptimo para empleados introvertidos, mejor registro de ideas, también adecuado para proyectos de larga duración, las ideas pueden relacionarse entre sí, da como resultado una presentación colorida del trabajo, fácil de integrar en el esquema diario de trabajo, elementos visuales (diagramas, dibujos, etc.).
Debilidades: localización determinada, menos espontaneidad, flujo de ideas más irregular, larga duración del proyecto, esfuerzo de planificación comparativamente alto, altos costes materiales.
Recomendado para: grupos medianos y grandes, grupos con participantes introvertidos, grupos internacionales. Marcas creativas. Proyectos visuales (por ejemplo, diseño, logotipo, etc.).