Los padres de los 41 alumnos del colegio de Educación Especial Adarve, en Pozuelo de Alarcón, se temen que la Asociación Telefónica para Asistencia a Minusválidos (ATAM) y el Grupo 5, titulares al 50% de la sociedad Servicios Sociales Habilitadores (SSH), la propietaria del centro, estén barajando la posibilidad de su cierre ante la imposibilidad de llevar a cabo el plan de viabilidad previsto.
A mediados del pasado mes de marzo, el director de SSH, Alejandro Arribas, convocó a los trabajadores para informarles del fracaso de las negociaciones que se habían venido manteniendo con la Asociación Afanias de cara a un eventual traspaso del centro educativo, a través de una fusión con su colegio Estudio 3, en Aravava, y el alquiler del inmueble. Además, se confirmaba la renovación del concierto educativo con la Comunidad de Madrid por un único año más, de manera que solo se garantizaría la escolaridad para el curso 2013-2014.
Ante esta situación, Atam alega que un colegio no puede mantenerse con los niveles de calidad adecuados, siendo tan deficitario y con una matrícula que decrece año a año, por lo que se decide no abordar las obras de adaptación previstas dentro del plan de viabilidad.
Por su parte, los padres, por encima de estas cuestiones, entienden que “la discapacidad nunca puede ser rentable”, y mucho menos para una asociación como Atam, declara de utilidad pública hace diez años.
El colegio, concertado desde 1991, se sostiene casi por completo con las aportaciones de la Comunidad de Madrid, tanto para el personal como para cubrir los gastos de funcionamiento, y además los padres abonan mensualmente 500 euros en concepto de transporte y comedor. Además, dadas las especiales características de los alumnos, el Gobierno regional acaba de conceder al centro un incremento extraordinario anual de 13.000 euros.
Basta acercarse hasta el colegio para entender lo que supondría dejar sin escolarizar a algunos de estos niños, con graves problemas físicos, psíquicos y sensoriales. “Uno de los niños come por sonda, se le pone oxígeno y se le aspira”, comenta una de las madres, la misma que asegura las dificultades que ponen otros centros especiales a la hora de matricular a estos alumnos. “No te dicen que no, pero tampoco que sí”, señala. Y recuerda, al respecto, el caso de un autista severo que tuvo que regresar a Adarve después de ser rechazado del centro público Monte Abantos, en Las Rozas.
Aunque los centros, tanto el colegio Adarve, como el centro de día Almanzor y el centro ocupacional Abantos, están bajo titularidad de SSH desde 2008, los terrenos y edificios siguen siendo propiedad de Atam, y están situados junto a la M-40, justo al norte donde el Plan General de Pozuelo tiene pendiente de desarrollar el Área Pozuelo Oeste (Arpo), con unas 6.000 viviendas.
