Esto me recuerda un cuento que se suele contar para hablar del marketing relacional:
Un hombre muere y cuando llega al cielo, San Pedro le informa de qué se va a encontrar allí: Un lugar relajante, el té a las 5, música clásica a todas horas, sesiones de debate, etc. Un poco dudoso, el hombre baja al infierno y pregunta. El demonio de guardia le contesta que allí se encontrará con buenas comidas, un Testarrosa para él, bellas mujeres a su disposición y fiesta loca todas las noches hasta las tantas. El tipo no se lo piensa dos veces y acepta entrar en el infierno. Una vez allí, se encuentra con calderas de fuego, trabajos forzados, sesiones de tortura, etc. Se acerca al diablo de guardia que le mira sonriente y le pregunta: ¿por qué esto no es lo que me habías prometido?. El diablo responde: "Es que antes eras un prospecto y ahora eres un CLIENTE. BIENVENIDO AL INFIERNO!!!!!!