Lo curioso de todo esto, es la de tiempo perdido en hablar con personas que noe stán para ayudar, sino para soltar un discurso que no lleva a nada.
Resulta que tienen el número de teléfono completo, de la persona que ha llamado, y no son capaces de facilitar el número para añadirlo a la denuncia de la guardia civil.
Han vuelto a abrir la reclamaciòn, me indican que les consta la documentación como recibida, y que no entienden el por qué se ha enviado el mensaje automatizado diciendo que se cerraba la reclamación por no tener los documentos.
Se abre de nuevo la reclasmación, pero ahora lo lleva otro departamento de reclamación, por lo que hay que volver a enviar la documentación a otro correo, que apuesto a que mañana voloverán a decir que no les ha llegado.
Esto es una verguenza y una invitación a dejar la compañia después de 11 años.
La ineptitud del personal y la poca empatía es para hacerselo mirar con detenimiento.
Les debe sobrar los clientes