España es uno de los países de nuestro entorno donde pagamos precios desorbitados por todo. Las palabras de Movistar son muy interesantes:
"... mercado... demasiado competitivo y maduro."
Es decir, yo sólo juego a ganar sin el más mínimo riesgo. Maduro, entendido como que los clientes saben lo que quieren, luchan por sus derechos y son difíciles de "meter letra pequeña". Evidentemente, no sé qué tenía en la cabeza quien dijo esas palabras, pero sea como sea, habla muy mal del trato de Movistar en otros lugares. España es el hazme reir de Europa. En nigún sitio aguantarían los muchos tejemanejes a los que nos tiene acostumbrados aquí. Este año pasado, según FACUA, el mercado nacional de las telecomunicaciones, por enésima vez, fue el que más quejas y reclamaciones recibió. Todo esto ocurre con el contubernio de las diferentes administraciones que no hacen gran cosa por defender a los consumidores. La CNMC es una broma de muy mal gusto. En vez de preocuparse porque haya una verdadera competencia, me recuerda a una alcahueta renacentista que se mete en discusiones vanales. Ejemplo muy práctico; las alternativas a Movistar sólo saben llorarle a la señorita CNMC y ésta, en vez de facilitar la competencia entre ellas, castiga a Movistar de cara a la pared. Menos mal que poco a poco, empezamos a madurar en España como consumidores pero... " ¡Cuán largo me lo fiais, amigo Sancho!"
