Estimado Antonio.H:
Agradezco profundamente tu interés, pero comprende que me extrañe.
No quiero que pienses que mi intención al postear sea que mi problema se resuelva y aquí no ha pasado nada. En realidad, llámame iluso, a dónde llegue mi problema, es ahora algo secundario. Si me veo en una lista de morosos y ello me acarrea complicaciones financieras (?) en el futuro, es algo que, francamente, me preocupa lo justo. El problema, lo que me hiere y me subleva como pocas cosas, es la indefensión, la sensación de estar 'a este lado' de un sistema comercial incontestable, injusto, asimétrico y abusivo.
No se trata de resolver (o intentarlo) una situación que, por otra parte, ha sido tratada hasta en dos ocasiones mediante las correspondientes (y célebres) reclamaciones, siendo en ambos casos desestimadas (por cierto, sólo una de ellas notificada muy atentamente a mi persona vía sms). ¿Por qué debo ahora volver a plegarme a un sistema de supuesta resolución de conflictos que interpreto no es más que dilatar en el tiempo el despropósito -y no estoy poniendo en duda en este caso tu profesionalidad, sino manifestando abiertamente mi desconfianza con el sistema-?
Francamente, no es mi intención en este momento volver a apelar a soluciones en las que no confío. Simplemente deseo con todas mis fuerzas que, de una vez, el cliente de una relación comercial deje de ser quien, inevitablemente, tiene las de perder. Que deje de ser quien, como queda demostrado, "NO tiene razón".
A pesar de que por escrito nada haga pensar eso.
Un saludo.
