Neuromarketing: ¿Cómo influir en el inconsciente de los consumidores?
El Neuromarketing nos vuelve a aportar una nueva línea de trabajo para llegar a los consumidores
Editado 06-06-2022 9:35
¿Cómo conseguir más clientes? ¿Cómo podemos vender más? El marketing busca nuevas y mejores formas de acercarse al consumidor. Una opción es intentando comprender la mente del cliente. El neuromarketing aborda esta aproximación.
El neuromarketing es la doctrina que aplica las prácticas de marketing desde el conocimiento de la actividad neuronal de las personas. Estudia y predice los comportamientos de la gente ante los estímulos del entorno comercial.
En resumidas cuentas, el neuromarketing suma las disciplinas de la neurociencia al marketing. La neurociencia estudia el sistema nervioso con la intención de comprender los mecanismos que regulan las reacciones nerviosas y el comportamiento de la mente.
El neuromarketing busca comprender cómo reacciona el cerebro a los estímulos publicitarios y del marketing para aplicarlo en beneficio de las acciones comerciales.
Cualquier uso del marketing que ahorre esfuerzos y aumente su eficacia es bienvenido. El marketing tradicional empleaba por lo general mecanismos invasivos y hacía uso de una publicidad indiscriminada que llegaba a casi todo el público, pero era molesto y poco eficaz.
Hemos visto algunas técnicas más en boga en la actualidad que evitan ser invasivas, como el marketing de intención, que pretende ofrecer el producto o servicio en el momento oportuno y al cliente adecuado. También el mobile marketing, que nos empuja a orientar nuestras acciones al entorno móvil, más empleado ahora que el de escritorio. Todo con el objetivo de enfocar mejor nuestro trabajo de marketing y evitar gastos innecesarios.
El neuromarketing también busca la oportunidad, en su caso a través de un conocimiento más profundo de la mente del consumidor. A través de la medición de las reacciones neurológicas y emocionales, se intenta conocer el subconsciente del consumidor para aplicar la estrategia de marketing más adecuada.
Esto permite orquestar acciones de marketing más cercanas al público objetivo. La capacidad de acierto es mayor y las estrategias publicitarias y de marketing no son percibidas como invasivas.
En otra ocasión hablamos de cómo el fenómeno de los nudgets, haciendo uso del neuromarketing, puede ayudarnos en nuestras acciones comerciales. A continuación te describimos algunos pequeños trucos con los que el neuromarketing puede ser tu aliado a elevar tus ventas.
Las investigaciones sobre el comportamiento del consumidor muestran que unos precios funcionan mejor que otros. Con algunos pequeños ajustes puedes fijar unos precios que sean percibidos por el consumidor de manera más grata y te ayuden a vender más:
Los colores generan emociones y tienen una importante influencia en la decisión de compra. Usar el color adecuado en los productos, publicidad o sitios web es muy relevante.
Los consumidores impulsivos responden bien a colores como el rojo, naranja, negro y azul. Los consumidores más reflexivos reaccionan mejor al azul marino o rosado. En general, ¿qué transmiten los colores?
Además de a la vista, como en el caso del color, la percepción del resto de sentidos también puede afectar a la toma de decisiones de compra. La iluminación de una tienda, el packacking, los olores o la música de un establecimiento pueden influir en el consumidor.
La música genera emociones y según la clase de música que suene, el ritmo de compra puede ser mayor o menor. Un hilo musical en tu negocio puede generar una positiva ambientación musical que ayude a crear una asociación con tu marca.
Posiblemente las estimulaciones visual y auditiva sean las más destacables, pero el resto de sentidos pueden desempeñar un papel determinante. El gusto en supermercado o tienda de alimentación puede entrar en juego al ofrecer productos de degustación; el olfato en perfumerías o el tacto en tiendas de sofás son otras opciones para apelar a los sentidos.
La piedra angular del neuromarketing son precisamente las emociones. La mayor parte de nuestras decisiones de compra están guiadas por las emociones. Pese a que el consumidor pretenda cubrir necesidades específicas de forma racional, el factor emocional, formado por múltiples componentes -deseo, satisfacción…- está siempre presente.
Este requerimiento a factores emocionales se puede encontrar en diversas formas:
El miedo y las dudas provocan que muchos clientes abandonen la compra en el momento final. Ahí es donde hay que ponérselo fácil al cliente.